sábado, 4 de junio de 2011

La leyenda del rosal - Bitácora 13


Rosas derramando su aroma (Foto internet)
 Con mucho cariño para:
MARÍA CELINDA HERNÁNDEZ QUIROZ,
madre coraje de San Pedro de Lloc
La leyenda del rosal

Escribe: Hugo Tafur
       (peruano)
Frescas, hermosas e inundando con su aroma estaban las rosas recién separadas de su tallo en la cesta  colocada sobre la mesa del comedor. Abuela Rosita, las cultivaba con mucho cariño y esmero; era habitual, verla los viernes de cada semana  en el jardín de la casa, enfundada en su traje de colores y protegida de los rayos solares por un gran sombrero de paja y siempre premunida de una pala pequeña, una regadera, unas tijeras y una canasta de carrizo. Así preparada, se entregaba a la tarea de podar, regar, abonar y seleccionar las flores más hermosas que más tarde, arregladas en grandes floreros, adornaban y perfumaban el ambiente de la sala de nuestro hogar. Toda esta tarea –casi un ritual semanal- lo cumplía abuela en un marco de curiosa competencia con chiscos, tordos y chilalos, que al oírla cantar en el jardín, lo acompañaban con sus bellos trinos desde los árboles.

Estas estampas me resultan imperecederas, son delicadas flores,  que están en mi recuerdo y que nada las puede marchitar, porque son regadas con gotas de rocío salidas del alma…cuando ensimismado y divagando, vuelvo a revivir el ayer, me veo contemplando a tímidos botones que cual cajita de sorpresas, se abren misteriosos ante los insistentes besos de los rayos del sol: Como los tuyos madre mía,/ los que con tanto amor cuidabas, / y los que nunca jamás olvidaría / por que sería, como olvidar la vida mía.

Niso de ave camuflado entre ramas (Foto internet)
Como olvidar la tarde aquella, en que cautivada mi atención por el vuelo de una tórtola, la seguí hasta el jardín lozano, descubriendo que camuflada entre las ramas de un rosal florido, la bella ave había hecho su nido. Mi arriesgada intromisión de niño pronto recibió su castigo, al tratar de develar el secreto, una rama del rosal atrapó mi brazo, y al hacer movimientos para librarme de ese inusitado atasco, sus espinas hirieron mi antebrazo haciéndome llorar de dolor y frustración acaso.

Abuela al verme tan triste y compungido, solícita acudió en mi ayuda, curando mis heridas con ternura. Mientras eso hacía, le pregunté:
-¿Mamita, por qué las rosas tienen espinas?.. Siendo tan bonitas no deberían tenerlas.
Abuela sonrío, y como pensando para si misma, dijo:
-No se hubieran salvado los pajaritos…
Ante lo cual, creyéndome aludido, respondí:
-¡No! Mamita, yo no quise hacerles daño…yo sólo quise ver su nido.
Ante lo cual, mi abuela, tranquilizándome me dijo:
-No hijito, no lo digo por ti, déjame terminar de curarte y luego te contaré por qué los rosales tienen espinas…

Pajarito habrientos (Internet)
Terminada la atención y yo calmado del rasguño, abuela me condujo al viejo sillón del abuelo y besándome en la frente me dijo, escucha hijito:
“Hace mucho tiempo, en un hermoso paraje crecía frondoso un bello rosal, el cual fue elegido por una pajarita para construir su nido y tener sus bebés, decisión que alegró mucho al arbusto; nacidos estos, gracias a lo cuidados amorosos de su madre, crecían muy fuertes, ganaban peso y emplumaban.

Una tarde, que la madre fue en busca de gusanos para alimentarlos, atinó a pasar un Gavilán, el cual al descubrir a los indefensos bebés, los supuso fácil presa para calmar su hambre y comenzó su acecho volando en círculos alrededor del rosal. El rosal al darse cuenta del inminente peligro en que se encontraban las avecillas, imploró al Dios del cielo un milagro, pidiéndole que lo dotara de alguna defensa. El Dios del cielo escuchó su ruego, y le concedió el milagro, dotando al rosal por todas sus ramas de millares de espinas que semejan garras de felino.


Ave alimentando a sus
crias (Foto internet)
Ante este cambio milagroso, el ave esparaván modificó su plan de vuelo, abandonando el lugar y alejándose cautelosa, diluyéndose de este modo la amenaza que se cernía sobre los pajaritos bebés. Desde entonces, a pesar de la belleza de sus flores y el agradable perfume que esparcen en el ambiente, los rosales tienen espinas”.

Hoy que los años han pasado y recuerdo a Mamá Rosa, ruedan por mis mejillas lágrimas agradecidas por su paciencia y amor. Lágrimas que riegan las flores que con cariño sembró en  mis mejillas; pues sus besos eran eso, semillas depositadas en mi conciencia de niño y que más tarde germinaron como una ofrenda perenne de gratitud y amor…Te extraño abuela…que tus amorosos consejos, sigan siendo mi rosal protector.

Japón-Tochigi ken-Ashikaga shi
Viernes 11 de marzo de 2011; Hora: 14:35
Revisada para el blogger (JAPÓN 08-20110604) Ashikaga Shi

Nota: (*)1 Minutos después de terminada esta crónica (Hora:14:38), Japón se vistió de luto; ocurrió un gran terremoto y tsunami que devastó el noroeste de Tokio, cobrando unas 16 mil víctimas y alrededor de unos 3,500 desaparecidos. Japón, pese a su serenidad tradicional y a su gran poder de recuperación, fue presa de una gran costernación e incertidumbre; recuperar a los heridos y a los muertos y tener puesta la mirada espectante en las emanaciones radioactivas de la planta nuclear de Fukushima, fue una gran prueba de aplomo, heroísmo y capacidad, del pueblo japonés y sus autoridades. Se trabajo en alerta roja todo el tiempo, mientras un puñado de héroes en la Central Nuclear de Fukushima, se jugaban la vida, negándose abandonarla en medio de las radiaciones, a fin de evitar una catástrofe mayor, que hubiera alterado la vida de la nación.  Poblaciones cercanas fueron evacuadas, la capital, Tokio, se mantenía expectante.  Esta incertidumbre y peligro latente, hizo que muchos, tomaran la determinación de abandonar el país...pero quiénes decidimos quedarnos por lealtad... aprendimos en la práctica, junto al pueblo japonés, el valor del orden, unidad, solidaridad y sacrificio... aún, en el extremo que nos pareciera que todo está perdido. Los trabajadores de Fukushima, nos dieron una gran lección de amor, entrega y unidad;  me hicieron recordar con su actitud heroica, el sacrificio del Señor Jesucristo, en el Gólgota... para ellos, como para Jesucristo, no había nada más hermoso que dar la vida por sus hermanos, por su patria, por su Emperador.

COMENTARIOS:

Lima(Perú) 13.08.12
Gracias una vez mas Hugo, por haberle dedicado a mi querida viejita esta hermosa crònica, titulada la LEYENDA DEL ROSAL.....adivinastes... a mi madre le encantan las rosas, en casa ella cultiva sus rosas en el jardìan exterior y en el jardin interior.... les conversa como si fueran personas.... y yo a veces le pregunto porque...... ella me contesta .... por que ellas entienden y sienten el cariño que una persona les prodiga..   ¿Serà verdad?  No se.....pero me encanta verla conversar con sus flores al mismo tiempo que las riega.... a veces hasta cantando..... religiosamente todas las mañanas....La historia de porque tienen espinas tambièn es enternecedora y llega al fondo del alma......gracias maestro por este gran regalo. INOLVIDABLE....guardo como tesoro el original impreso y que me lo remitiste desde Japòn, autenticada con vuestra firma maestro....un abrazo y cuidate mucho
RAUL ORLANDO.

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