lunes, 31 de diciembre de 2012

CUMPLEAÑOS 79 DE EMPERADOR AKIHITO


Exmo. Akihito, emperador de
Japón (Foto Internet)
 23 de diciembre de 2012
Cumpleaño 79 del Emperador Akihito

Escribe: Hugo Tafur
         (peruano)
Pasado mañana, domingo 23 de diciembre, el Emperador del País del Sol Naciente, Akihito, celebrará su cumpleaños 79. Como es tradicional, desde muy temprano, una multitud de ciudadanos japoneses colmarán con mucho orden los jardines del Palacio Imperial Kōkyo, ubicado en Chiyoda, Tokio; la gran mayoría de visitantes, portará una réplica de la bandera japonesa, la cuál será agitada con mucha algarabía cuando el emperador se muestre tras un gran ventanal de vidrio acondicionado en un balcón de palacio, él con la afabilidad que lo caracteriza, responderá con mucha cortesía las expresiones de cariño... con inclinaciones de cabeza y agitando el brazo. Según la tradición, el emperador Akihito, es descendiente de una de las más rancias dinastías históricas del mundo, que se remonta, hasta el origen legendario del emperador Jimmu, de quién se dice, es descendiente de la diosa shintoista del sol, Amaterasu Omikami, y fundador de la nación japonesa en el año 660 a.C.; siendo actualmente, el ocupante número 125º del Trono del Crisantemo.

Es innegable la simpatía que irradia
la pareja imperial (Foto internet)
Este domingo, una vez más, contemplaré con mucho interés la manifestación de alegría del pueblo japonés en el cumpleaños de su emperador; es evidente, que existe una relación muy especial, una química que se traduce en cariño y devoción entre súbditos y mandatario, hay que reconocer que la cordialidad y sencillez que caracteriza al emperador Akihito, es cautivante; y hay que sumar a esa postura la dulzura que irradia la emperatriz Michiko, su esposa, que siempre esta junto a él en todos los actos oficiales que le toca cumplir; ambos conforman una encantadora pareja real. Los que acudan a saludarlo por su cumpleaños 79, posiblemente, tendrán la grata oportunidad de ver reunida a toda la familia imperial. El emperador Akihito, se presentará en el balcón acompañado por su esposa, la emperatriz Michiko, los príncipes herederos Naruhito y Akishino, con sus esposas, las princesas Masako y Kiko respectivamente. Todos muy amados por el pueblo japonés.


El príncipe Naruhito y la princesa Masako
sonríen detrás del emperador
(Foto internet)
Es posible también, que el emperador Akihito al hacer uso de la palabra para agradecer a sus compatriotas que lo vayan a saludar, exprese una breve alocución sobre algún tema sensible de interés general, ya que en ese momento, puesto los ojos de la nación sobre él resulta más que oportuno aprovechar la cobertura para trasmitir su inquietud, como lo ha hecho en años anteriores; sobre todo ahora, que por problemas de salud ha tenido que alterar su agenda de actos oficiales, reduciéndola por recomendación evidente de sus médicos con la finalidad de procurarle una pronta mejoría y restablecimiento.


Emperador Akihito
Ese mismo día, como ha ocurrido en años anteriores, después de saludar y agradecer a su pueblo por su presencia y las muestras de lealtad y cariño, el emperador Akihito, recibirá en palacio el saludo y felicitación de altos funcionarios del gobierno, embajadores de distintos países que cuentan con representación en Japón y  la Prensa. Simultáneo, estos mismos actos de aprecio, respeto y admiración, estarán sucediendo en las embajadas de Japón alrededor del mundo, donde muchos embajadores organizan sendas recepciones para recordar el cumpleaños del emperador Akihito, con la presencia  de los representantes de gobierno, la iglesia, la banca, la industria y connotadas personalidades del país donde se encuentren. Recordemos, que fue precisamente en una reunión como estas, convocada por el embajador Morihisa Aoki en Lima, Perú, la noche del 17 de diciembre 1996, cuando un comando armado de la agrupación MRTA, irrumpió violentamente en la residencia del Japón y capturó como rehenes al embajador Morihisa Aoki y 600 de sus invitados.

El emperador Akihito, junto a la emperatriz
Michiko (Foto internet)
Como podemos concluir, la celebración del cumpleaños del emperador, no sólo ha adquirido ribetes tradicionales en su país, sino en todo el mundo, donde Japón tiene representación diplomática. A mi modo de ver, el emperador Akihito, encarna perfectamente el mandato y espíritu que emana de la Constitución de Japón de 1947, que en el Capítulo I, artículo primero, dice: “Es el símbolo del Estado y de la unidad del pueblo…”; sin embargo, esa mística que emana de su relación con el pueblo hasta el grado de una connotación especial, la encuentro un poco más allá de su nacimiento ocurrido el 23 de diciembre de 1933, en Tokio. Gobernaba como tennō de la Era Shōwa, su padre, el emperador Hiroito, quién estaba casado con la emperatriz Nagako, su madre. El matrimonio hasta esa fecha, había procreado cuatro niñas, cuatro princesas, que según la Ley de la Casa Imperial, no podían acceder al antiquísimo Trono del Crisantemo, era evidente la expectativa y preocupación tanto del emperador como del pueblo, no había sucesor; por ello, cuando Akihito llegó como el quinto hijo del matrimonio, se desbordó la expectativa en una marejada de alegría que recorrió el “País del Sol Naciente”, era el hijo deseado, era el príncipe ansiado.


La pareja imperial rumbo a cumplir
actividades oficiales (Foto internet)
Posteriormente, Akihito Tsugu-No-Miya, educado según la tradiciónn y guiado en todas sus edades como futuro emperador, se encumbró en el corazón de su pueblo, al darle inmensas satisfacciones en todos los actos y actividades que le cupo cumplir dentro y fuera del país, como príncipe y como profesional en varias especialidades. El día de su ascensión al Trono del Crisantemo, los actos protocolares que se cumplieron fueron espectados por todo el país, ya que fue la primera vez en la historia de Japón, que un acontecimiento tan importante era televisado. Dios guarde a Japón generoso y a su emperador.

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Japón, Ashikaga Shi, viernes 21 de diciembre de 2012
Archivo BITÁCORA 13 (JAPÓN – 71-20121221)

sábado, 29 de diciembre de 2012

UNA NIÑA HABLA EN LA ONU - Bitácora 13


Símbolo "Cumbre para la Tierra
 Severn Suzuki, habló en Río de Janeiro 1992
“Seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo”

Escribe: Hugo Tafur
         (peruano)
Desde 1972, cuando se celebró en Estocolmo, Suecia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, la atención del medio ambiente adquirió importancia internacional prioritaria; sin embargo, como todo lo que acuerda el hombre sin mucho interés esa importancia inicial fue vista sin mayor urgencia, y una vez más, la insensibilidad y el egoísmo humano desaceleraba y posponía la atención que le atenía por tratarse de su medio ambiente, de su hogar, de su planeta Tierra. La verdad por muchos años no se hizo casi nada, ningún país adoptó  o asumió con responsabilidad actividades que consideraran al medio ambiente como tema congruente con sus planes de ampliación y desarrollo industrial, pese a que ya los científicos señalaban con alarma la perforación de la capa de ozono, contaminación ambiental inmisericorde de mares, lagos y ríos, calentamiento de la Tierra, deshielos, degradación de los bosques con extinción de la vida en todos sus aspectos.

Ante esta falta de afecto por la raza humana y el planeta, la ONU estableció en 1983, once años después, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, presidida por el noruego Gro Harlem Brundtland; quienes en su informe, concluyeron que si bien teníamos derecho a vivir el presente, no teníamos derecho a poner en peligro el futuro de la humanidad destruyendo el medio ambiente, por lo que los planes y proyectos económicos-industriales de los países, pasaba por incluir dentro de ellos, la protección del medio ambiente. Ante esta herida tan expuesta, tan notoria, tan atentatoria, había llegado el momento de actuar con decisión, de tomar acuerdos asépticos que frenaran la contaminación y destrucción del planeta; y así, la Asamblea General de las Naciones Unidas, ONU, convocó a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD). Esta conferencia celebrada en Río de Janeiro, Brasil, entre el 3 y 14 de junio de 1992, veinte años después de la de Estocolmo, se le conoce como Cumbre para la Tierra.

La Tierra en las manos del hombre
(Foto internet)
No es mi objetivo en esta crónica, analizar los resultados de esta cumbre, que  en honor a la verdad, tuvo un final muy auspicioso sobre las bases de la comprensión y los intereses comunes, logró un acuerdo asociado  que debería regir en el futuro los derechos y obligaciones de los países desarrollados y las naciones en vías de desarrollo, un plan mundial de principios que definían y normaban las actividades futuras con la obligación de cuidar el medio ambiente de nuestro planeta. Se hicieron presente en esa conferencia celebrada en Río de Janeiro, 178 países del mundo, de los cuales, 108 delegaciones estaban presididas por jefes de estado y de gobierno. Desde esta "Cumbre para la Tierra" celebrada en 1992, flota en el mundo un espíritu que moviliza el interés y participación de los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, bancos de desarrollo y personas de todo el mundo. En ese acontecimiento histórico para la humanidad, aún se recuerda, lo que para mi gusto fue la cereza que faltaba a la tarta de esa reunión mundial y la puso una niña, que por tener esa condición, fue como si llegara con una antorcha para prender el pebetero de la conciencia mundial como luego veremos.

A quiénes nos preocupa la suerte de nuestro planeta, seguimos con mucho interés cumbres para la Tierra, como la celebrada en Río de Janeiro en el año 1992. Sabíamos que de la comprensión, interés y sabiduría con que se enunciara y abordara las  diferentes posiciones de los representantes, dependía los acuerdos finales que normarían el cuidado y protección del medio ambiente de nuestro hogar. Sorpresivamente, una niña canadiense de 12 años de edad se encaramó en el atril y hacía uso de la palabra en el más grande y solemne forum mundial, al principio la Asamblea presidida por Maurice Strong, la miró con curiosidad… ¿Qué iba a decir la niña?... Ella con voz clara y serena se presentó, luego en menos de ocho minutos desarrolló un discurso que dejó atónitos y sacudió la conciencia de los representantes de los 178 países ahí reunidos… la voz de los niños del mundo, en boca de Severn Suzuki se escuchaba firme y clara... Al finalizar, la Asamblea de la Naciones Unidas permaneció en silencio, luego, saliendo de su asombro premió la intervención de la niña canadiense con un sonoro aplauso. El discurso en mención, es el que a continuación transcribimos:

Severn Suzuki, en su discurso histórico
en la ONU (Foto internet)

“Hola, soy Severn Suzuki y hablo por ECO (Environmental Children’s Organisation), Organización Infantil del Medio Ambiente. Somos un grupo de niños de 13 y 14 años de Canadá intentando lograr un cambio: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Recaudamos nosotros mismos el dinero para venir aquí, a cinco mil millas para deciros a vosotros, adultos, que tenéis que cambiar vuestra forma de actuar. Al venir aquí hoy, no tengo una agenda secreta. Lucho por mi futuro.
Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos lloros siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos.
Tengo miedo de tomar el sol debido a los agujeros en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar a Vancouver, mi hogar, con mi padre hasta que hace unos años encontramos un pez lleno de cánceres. Y ahora oímos que los animales y las plantas se extinguen cada día, desvaneciéndose para siempre.
Asamblea de la ONU (Foto internet)
Durante mi vida, he soñado con ver las grandes manadas de animales salvajes y las junglas y bosques repletas de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si existirán siquiera para que mis hijos los vean.
¿Tuvieron que preguntarse ustedes estas cosas cuando tenían mi edad?
Todo esto ocurre ante nuestros ojos y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy solo una niña y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen. No saben como arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben como devolver a los salmones a aguas no contaminadas. No saben como resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos. Si no saben como arreglarlo, por favor, dejen de romperlo.
Aquí, deben ser delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad sois madres y padres, hermanos y hermanas, tías y tíos, y todos vosotros sois el hijo de alguien.
Aún soy solo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco billones de miembros, de hecho por treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso. Aún soy solo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo. En mi rabia no estoy ciega, y en mi miedo no estoy asustada de decir al mundo como me siento.
En mi país derrochamos tanto… Compramos y despilfarramos, compramos y despilfarramos, y aún así así los países del Norte no comparten con los necesitados. Incluso teniendo más que suficiente, tenemos miedo de perder parte de nuestros bienes, tenemos miedo de compartir. En Canadá vivimos una vida privilegiada, plena de comida, agua y protección. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisión.
Hace dos días, aquí en Brasil, nos soprendimos cuando pasamos algún tiempo con unos niños que viven en la calle. Y uno de esos niños nos dijo: “Desearía ser rico, y si lo fuera, daría a todos los niños de la calle comida, ropas, medicinas, hogares y amor y afecto”. Si un niño de la calle que no tiene nada está deseoso de compartir, ¿por qué somos nosotros, que lo tenemos todo, tan codiciosos?
No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, que el lugar donde naces marca una diferencia tremenda, que podría ser uno de esos niños que viven en las favellas de Río; que podría ser un niño muriéndose de hambre en Somalia; una víctima de la guerra en Oriente Medio o un mendigo en India.
Aún soy solo una niña y se que si todo el dinero gastado en guerras se utilizara para acabar con la pobreza y buscar soluciones medioambientales, qué lugar maravilloso sería la Tierra. En la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y no ser codiciosos.
¿Entonces por qué salen fuera y se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos?
No olviden por qué asisten a estas conferencias, lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. Los padres deberían poder confortar a sus hijos diciendo: “todo va a salir bien”, “esto no es el fin del mundo” y “lo estamos haciendo lo mejor que podemos”.
Pero no creo que puedan decirnos eso más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.
Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Os desafío: por favor, haced que vuestras acciones reflejen vuestras palabras. Gracias.

Severn Suzuki, años después
(Foto Internet)
Después de diez años de esa histórica Asamblea celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992; las Naciones Unidas ONU, se apresta a celebrar a fines de agosto de este año, una nueva Asamblea Mundial Cumbre por la Tierra en Johannesburgo, África del Sur… Ojalá que las palabras pronunciadas por Severn Suzuki, cuando era niña, hayan servido para aligerar el paso y no sean premonitorias: “Seguimos actuando, como si tuviéramos todo el tiempo”.

Click en el link para ver discurso:
http://youtu.be/Hhciwpc2yx0

Chimbote, 07 de junio de 2002 
Archivo BITÁCORA 13 (20020607) Chimbote 
Revisada para el blogger (JAPAN 70-20121229) Tochigi Ken

lunes, 3 de diciembre de 2012

GUITARRAS Y VOCES PERUANAS



Armonía Criolla. inicia su actuación y la música
peruana cruza el cielo de Oizumi
En el cielo de Oizumi
Guitarras y voces peruanas

Escribe: Hugo Tafur
        (peruano)

Ayer con mucho sabor me enganché a mi patria lejana, gracias a la música grandiosa de criollos de mi tierra, hubo guitarra y cajón, pulsados con mucho talento y una voz recia y valiente que con orgullo cantó. Es cierto lo que les digo, la tarde estaba fría y el cielo lucía gris, pero desde que embargó el ambiente nuestra música peruana todo cambió en un santiamén, la tarde se tornó cálida y comenzó a correr de mesa en mesa, ese sentimiento que hermana cuando hay música peruana... “La música criolla está llena de historia / y también de mucha gloria, / tiene alma, sentimiento, corazón /y está adornada con mucha sazón.”

César Suzuki, embrujando a la audiencia
con su toque magistral
El chato César Suzuki, con sus acordes geniales y bordoneos soberbios, embriagaba los sentidos haciéndonos delirar; corría don Javier Aguilar, la mano con dulce embeleso, domando el diapasón inquieto y regulando los sonidos. Guitarra llama a cajón y es un hecho comprobado, que a los trinos de la bella hay que ponerle sabor... Como dos inquietas golondrinas que suaves detienen su vuelo, las manos de Oscar Isla, marcaban la voz del cajón, y ante esta invitación, que es un pase muy criollo, Jorge Arteaga señorial, comenzó a cantar Mi Perú… “Música que a todos encanta / y que sobre todo resalta / nuestras costumbres y tradiciones, / a través de sus canciones.”


Jorge Arteaga, haciendo de la
suya con voz señorial
En toda esta algarabía que exaltaba el sentimiento, sentí que todos los pechos se inflamaban de contento. Orgullo que aflora erguido, de nuestra raza peruana, orgullo que aflora henchido por nuestra música peruana. Así desde el escenario, con una voz cautivante, desfilaron de nuestro acervo, valses, polcas y boleros. El nombre de sus autores, fueron mencionados con cariño y aquellos  que lo interpretaron con respeto lo dijeron. La gente estaba en vena tarareando las canciones y con muchas ovaciones premiaban las intervenciones... Sendos vasos de la rubia circulaban por las mesas, porque al que habla y al que canta se le seca la garganta. Fue un festival de canciones del acervo de mi tierra, que recordaban con nostalgia a nuestra patria lejana, al hombre y a la mujer peruana, al amor y al desengaño. Nadie habló de despedida ¡Nadie, quería irse!.. Hasta que rayara la aurora, pero como "no hay plazo que no se cumpla", la actuación inspiradora, fue cerrada con broche de oro, con un popurri de canciones que a la patria recordaron... aun queda en mis oídos el eco de las canciones, el trino de las guitarras y el repique del cajón que a todos nos cautivó. Fue un domingo grandioso, el que pasamos en el club "Alianza Oizumi", pollos a la brasa, tilapia frita, cerveza fría y espumante, brindando por el Perú. En ese ambiente fraterno, nuestra música peruana se percibió celestial...  “Música de Pinglo, El Maestro, / que nos enseñó a querer lo nuestro; / de la gran Chabuca Granda, / que la engrandeció como Dios manda.”



Javier Aguilar, toque fino,
experimentado y jaranero
No podía ser de otra manera, cuando trinan las guitarras y cuando vibra el cajón para ribetear la música de nuestra tierra peruana, la voz del trovador que encanta, lo hace con fe y devoción, conviertiendo cada canción en una contrita oración. Oración que elevada al cielo, es recibida con alegría, por el Dios que quiso un día, que sólo en la tierra peruana, se cante con tanto sabor, nuestra música criolla. No tenemos nada que envidiar... si nos envidian es otra cosa, pero la música peruana que es divina y jaranera, hace bailar en la tierra a hombres de toda raza y en el cielo infinito, nuestros criollos presentes, arman tremendas jaranas, que hacen cantar hasta Dios… “Música que incita a cantar,/ que nos hace bailar, / que alegra corazones / y despierta emociones”.


Oscar Isla, juventud y pasión, hace
hablar a su instrumento
Debo admitir con orgullo que ayer nuestra música criolla, fue roja y blanca bandera ondeando en el cielo de Oizumi. Orgullo de quiénes estuvimos, en el club “Alianza Oizumi”, viendo desplegar nuestra enseña con sabor, repique y cajón, a ese conjunto de nota llamado “Armonía Criolla”, conjunto de bardos peruanos que dirige César Suzuki, un sencillo muchacho, de mucho mundo y saber, pues paseó con los grandes, nuestra  música peruana. El "Chato Suzuki", tiene una rica historia de vivencias y trayectoria que en otra crónica narraremos. Lo grandioso de esta gente que integra el conjunto peruano, es que todos son corazón pues viven en diferentes ciudades, desde donde vienen para ponerle sabor, por ejemplo: Jorge Arteaga (Cantante) vive en Oizumi; César Suzuki (1era. Guitarra) vive en Fukaya; Javier Aguilar (2da. Guitarra) en Tochigi ken; Oscar Isla (Cajón-Repercusión) vive en Ibaraki, entonces sin duda alguna, hay que sentir mucho amor y llevarlo en la sangre, para lograr la cohesión que ellos exhiben con cariño por la música peruana. Trabajar y cultivar un arte, es difícil y sacrificado aquí en Japón, donde sólo se puede contar con el tiempo libre del descanso después del arduo trabajo... “Música que con su letra nos culturiza,/ con sus notas melodiosas nos humaniza, / nos recuerda a los bardos del ayer /  y nos hace enorgullecer.”

Debo reiterar, que ha sido una vivencia grata la que hemos experimentado aquí en Japón,  justo relax para una prolongada permanencia de diez años con duro trabajo, bella ocasión para recargar nuestro espíritu y que mejor con la energía criolla que significa escuchar y vivir nuestra música peruana, en un reducto como el club “Alianza Oizumi”, donde Marco Shimabukuro, ha tenido la inspiración de aperturar el lugar para enarbolar y poner en alto nuestra enseña en la "Tierra del Sol Naciente". Exponer el arte peruano requiere de  mucho trabajo y valor, implica amar nuestro país y estar orgulloso de el. El club "Alianza Oizumi" es destino inevitable de peruanos y extranjeros que aman la música criolla. Finalmente, quiero expresar mi agradecimiento, primero, a mi amigo Jaime Kuzimoto, quién fue "el culpable" para que yo visitara ese altar del criollismo ubicado frente a la "Eki" (estación) de Nishiko Oizumi; otro agradecimiento muy sentido, a César Suzuki, director del conjunto “Armonía Criolla”, por la deferencia de dedicarme una de sus interpretaciones, mi agradecimiento también  a los integrantes de "Armonía Criolla" por cantar nuestra música con mucho arte y sentimiento, haciendonos sentir añoranza y orgullo por nuestra patria, el Perú… “Música con sentimiento,/ que aviva nuestro pensamiento,/ con versos del alma y del corazón,/ convertidos en hermosa canción.”

Fe de crédito: Los ribetes de cada párrafo en letra cursiva y negrita, pertenecen al bello poema del Ingº Darío Mejía, peruano, escritor, investigador, maestro y poeta, residente Melbourne, Australia 

Japón, Ashikaga shi, 03 de Diciembre de 2012
Archivo BITÁCORA 13 (Japón 69-20121203) Oizumi

viernes, 23 de noviembre de 2012

LOS ILEGALES EN JAPÓN - Bitácora 13


Desde su ventanilla echa una última
mirada (Foto internet)
 Ilegales en Japón
Peripecias de un peruano

Escribe: Hugo Tafur
         (peruano)

Los motores del gran avión Air FRANCE, vuelo AF0277, lanzan un estruendo al ponerse en marcha; luego, un largo silbido indica que están alcanzando alta velocidad de rotación y la nave vibra ligeramente ante la potencia de sus cuatro turbinas. Dos bellas aeromozas dan las últimas instrucciones a los pasajeros pidiéndoles finalmente que se abrochen los cinturones para despegar… Desde su ventanilla, Carlos echa una última mirada a los monumentales edificios iluminados de Tokio, será la última vez que observe Japón, se va en calidad de deportado, ya no podrá volver al país, hace 22 años que ingresó como ilegal y nunca lo abandonó, vino como Suzuki y se va con su nombre verdadero, cargado de años; gracias a la normativa emitida por el terremoto del 11 de marzo, a la respetuosa y humana  comprensión de la Policía de Migraciones y al Consulado General del Perú en Tokio, ha obtenido su  salvoconducto y gracias a la Organización Internacional de las Migraciones, OIM Tokio, Japón, un pasaje gratuito como “ayuda humanitaria de retorno al país natal”, lo que le permitía volver vía Europa a la patria. Aquí, con la angustia de la separación inesperada y con la promesa de reencontrarse en Perú, se queda Hideko, una japonesita con quién convivió ocho años.

Siempre recordará con cariño y
gratitud a Japón (Foto internet)
La nave ligera como un ave, con sus motores rugiendo en máxima potencia, comienza a recorrer velozmente la pista del aeropuerto de Narita para decolar, las turbinas producen un fuerte zumbido de abejas y por fin levanta vuelo rumbo al aeropuerto Charles De Gaulle, Paris, Francia, su próximo destino. Desde el avión, Carlos observa con tristeza, como poco a poco se va tornando pequeña la gran urbe capitalina dibujada en la oscuridad de la noche por sus miles de farolas… el generoso país que lo albergó comienza a desdibujarse físicamente, pero de su mente jamás se borrará dice, siempre recordará con cariño y gratitud a Japón, país en el que pese haber vivido ilegal más de dos décadas, muchas veces a salto de mata, cuando más lo necesitaba le dio tanto, sería ingrato olvidar a este hermoso país; luego, sus divagaciones lo llevaron hasta su gran amor, la que le endulzó su vida azarosa los últimos años y no pudo evitarlo, una lágrima furtiva le quemó el rostro… en algún momento, me contó que Hideko, pudo haberlo legalizado casándose con él, más Japón ya había endurecido sus normas contra los ilegales, al extremo, que sancionaba con cárcel a la japonesa que se casara con un ilegal.

El caos generado por los
subversivos (Foto internet)
Esta historia real iniciada a fines del año 1988, la década perdida en Perú, puede ser la historia de muchos peruanos, que ante el casi nulo crecimiento económico, el caos generado por los subversivos, la falta de trabajo, una inflación galopante y la violencia terrorista imperante en nuestro país, no les dejó otra alternativa para mejorar su situación y la de su familia, que emigrar. Una perspectiva configurada por la necesidad, generó un río de hombres y mujeres, decididos a extrañarse voluntariamente de la patria con destinos diferentes. Unos lo hicieron de manera legal y otros valiéndose de malas artes, compraban documentos falsificados,  documentos que por ignorancia o complicidad eran legalizados por autoridades de las provincias y la capital. Fue en una época, que abierta la posibilidad de trabajo en Japón para los descendientes, causó febriles actividades de rectificación de partidas de nacimiento, adopciones, compras de apellidos, matrimonios fingidos y por último partidas fraguadas.

Terrorismo nunca más (Foto internet)
Carlos Suzuki, el personaje de nuestra historia, se desempeñaba en Perú, como administrador de una casa que compraba oro en Chiclayo, negocio que según le dataron, delincuentes subversivos planeaban asaltar, por lo que en resguardo de su integridad al haber emitido opinión desafiante, prefirió extrañarse al ser amenazado de muerte. Sin trabajo y no siendo descendiente, secretamente se puso en manos de un tramitador quién en poco tiempo, le consiguió “sellado y sacramentado” toda la documentación necesaria, incluido el pasaporte, para abandonar el país. Así de la noche a la mañana subió a un avión rumbo a Japón, dejando a su familia la promesa de pronto retorno, nadie imaginaba que esa separación se prolongaría por más de veinte años, lapso en que durante su ausencia, ocurrirían una serie de hechos familiares que cambiaron su estructura. La más dolorosa, fue la muerte de su señora madre.

En todo país industrializado, el problema a
resolver es los ilegales (Foto internet)
El Japón de entonces era el paraíso laboral soñado, faltaba mano de obra; sin embargo, para los que no venían directamente contratados desde Perú, como en su caso, en el mismo aeropuerto, después de haber burlado migraciones,  empezaba las vicisitudes. La mano de obra requerida con urgencia, originó que muchos contratistas japoneses esperaran en Narita a quiénes llegaban, de inmediato les ofrecían trabajo, casa, comida y un adelanto para mandar de inmediato a su familia; este generoso ofrecimiento, en lugar de  convencerlo lo puso en alerta, pues aceptada la transacción, el contratista incautaba el pasaporte. Sin dinero, ni nadie que lo oriente en un país completamente extraño, pernotó en cualquier lugar del aeropuerto, atenazado por el hambre,  la sed y el frío, Suzuki permaneció a la deriva por tres días, hasta que un paisano lo animó ha enrolarse a su primer trabajo. 



La policía verifica documentos (Foto internet)
En las primeras oleadas de emigrantes de los años 90, venían camuflados, no solamente gente que no era descendiente, sino delincuentes prontuariados que vieron en este “destierro” la oportunidad para sacarle el cuerpo a la justicia peruana, muchos de ellos una vez que se instalaron y agarraron confianza, quisieron imponer sus  malos hábitos; hecho insólito, en un país donde hasta la promesa verbal es suficiente garantía de cumplimiento, el transgredir normas y costumbres con tanta irresponsabilidad es considerada una falta grave. Hubo casos censurables, protagonizados por quiénes recibieron el préstamo ofrecido en el aeropuerto; desaparecieron del escenario cambiándose de ciudad y trabajo, previamente con engaños lograban que el contratista les proporcionara el pasaporte para una supuesta gestión. Ante esta situación, los contratistas y las autoridades niponas comenzaron a endurecer las normas de contrato y de entrega de visas para permanecer en Japón.

Los sueños han terminado... la policía
detiene a un ilegal (Foto internet)
Suzuki, al principio, trabajó en diferentes compañías de varias ciudades cercanas a la capital, cuando se ponía en evidencia su condición de ilegal, su situación se tornaba sumamente precaria, ya que para seguir dándole trabajo los contratistas le ofrecían sueldos risibles. Cuando ya no pudo mantener este estado y a fin de ponerse a buen recaudo, se replegó al interior del país y se empleó en una panadería de Ashikaga shi, donde no le hicieron mayores exigencias y trabajó por varios años, fue en esa empresa, que conoció y se enamoró de la mujer que llegaría ser su pareja. Por esa época, compartía departamento con un grupo de paisanos de los que se separó para vivir sólo, debido a las farras, borracheras y escándalos, que fomentaban los fines de semana; además, su relación sentimental, exigía tomar partido y así lo hizo.

La población ilegal que todavía vive en Japón
es superior a 100 mil personas de distintas
nacionalidades (Foto internet)
Su condición de ilegal, no sólo le ocasionó abusos y malos tratos, también su nacionalidad de peruano lo puso en la mira del odio; la primera vez, ocurrió recién llegado a Japón, cuando "Sendero Luminoso", asesinó a tres ingenieros japoneses en Huaral, esto originó una reacción hostil en sus compañeros de labor, para evitarla, se vio obligado a cambiar de trabajo; la segunda vez, cuando los subversivos del "Movimiento Revolucionario Tupac Amaru”, en el año 1996, asaltaron la residencia de la embajada de Japón, mientras celebraban el 63 aniversario del nacimiento del Emperador Akihito y retuvieron a más de una veintena de ciudadanos japoneses; la tercera vez, el asunto fue bastante difícil, los peruanos éramos vistos con odio y desprecio en los centros de trabajo, pero por la magnitud del hecho, sentíamos vergüenza ajena, fue cuando José Manuel Torres Yagi, un peruano ilegal, violó y asesinó a una niña japonesa de 7 años. El hecho generó pánico, en los hogares japoneses.

La alegría del retorno a la patria
(foto internet)
En esta larga estadía vivida a sobresaltos, el tiempo va dejando su huella y las circunstancias cambian, los directivos de la industria que por años lo acogió y le dio trabajo, decidieron reubicar la panadería en otra ciudad, a la cual Suzuki no podía seguirlos sin exponerse a ser detenido por Migraciones; un nuevo trabajo, una nueva actividad, se empleó en una carpintería de Ashikaga shi, pero pronto, sabiendo que era ilegal fue tratado con menos valor y poca estima, sueldo menos que el mínimo y desconocimiento de sus derechos, al reclamar puso las cosas tensas y finalmente fue despedido… había envejecido, estaba desconectado de su familia, su mujer trabajaba en otra ciudad, él no encontraba trabajo y la necesidad apretaba… la cuenta del departamento, luz, agua, gas, teléfono, se iban acumulando, había que tomar una decisión... se presentaría a Migraciones. Desde Perú, su familia manifestó su felicidad de ubicarlo y saber de él, aportó con una cantidad para pagar las deudas y repatriarlo. Las manos amigas y solidarias de peruanos legales hicieron el resto… Hoy, lunes 18 de julio de 2011, a bordo de un avión AirFRANCE, surca el cielo de Japón, rumbo a la patria. La odisea ha terminado.

Japón, Ashikaga shi, sábado 23 de Julio de 2011
Archivo BITÁCORA 13 (20110723) Japón 
Revisada para el blogger (JAPÓN 68-20121123) Tochigi Ken

miércoles, 21 de noviembre de 2012

MI VIAJE A MIRADOR - Bitacora 13


Una de la primeras locomotoras que unió
Chimbote - Huallanca (foto internet)
 Ferrocarril Chimbote-Huallanca
Mi viaje a Mirador

Escribe: Hugo Tafur
       (peruano)

¡Cómo ha pasado el tiempo!.. Ya casi suman 40 años, era febrero de 1964 y sin embargo lo recuerdo como si fuera ayer. Fue un viaje inolvidable que cambio en mucho mi vida, no se si mis amigos que me invitaron sabían del problema que pasaba, pero allá fui, en busca de nuevos aires para amortiguar la tristeza de la partida de un ser querido. Por esos días vivía la edad de la primavera juvenil, me reunía en el club "Inca Garcilaso de la Vega", una institución cultural chimbotana fundada por jóvenes, que gracias al empeño y trabajo de sus integrantes había logrado ubicarse en el corazón de los porteños, que aplaudían sus actividades y que seguían con mucho interés los domingos su programa radial "La Hora Garcilasista", que motivaba alegría y hacía vibrar con los acordes de la música peruana. Por el escenario de “Radio Chimbote”, Cadena Nacional “Radio Victoria”, ubicada en la 2da. cuadra del jirón Villavicencio, desfilaron una serie de cultores anónimos que tiempo después se instalaron en la marquesina nacional de la canción criolla... las guitarras garcilasistas pulsadas magistralmente por Oscar Chang, Rolando Barrueta y Lucio Reynalte Coral, trinaban en el espectro radioeléctrico del cielo chimbotano, haciendo la delicias de los oyentes.

Por entonces, nuestra presencia cultural iniciada en abril de 1961 gravitaba popularmente en el ambiente chimbotano, y de hecho, grupos de jóvenes porteños de los barrios aledaños, acicateados por nuestra actividad, siguieron el ejemplo, fundando varias instituciones culturales, entre ellas, el club Cultural, Social y Deportivo “Daniel Alcides Carrión”, en el barrio "Bolívar Bajo”, al que fuimos invitados para organizarlos y fundarlos. Esta institución, desde el principio ganó adeptos y sobresalió en el orden deportivo, pronto su equipo femenino de voleibol estuvo disputando los primeros lugares en el Coliseo "Paul Harris" y se constituyó también como ente motivador de los moradores; al calor de la amistad, en ese club conocí e hice amistad con excelentes personas, cuya relación fraterna recuerdo hasta ahora con mucho cariño, entre ellos, a Juan Jara y su esposa Flor Ventura, Benedicta Sipirán Ventura, Lilian Álvarez, Ernesto Ventura, Victoria Otárola, Marcela Irribarren, Victoria Díaz,  los hermanos Santana Bermúdez, Augusto, Hilda y Marita, quiénes con su generosa invitación para visitar y conocer Mirador (ubicado por la vía férrea que llegaba hasta Huallanca, a 90 kilómetros de Chimbote) generaron esta crónica que hoy escribo.

Locomotoras antiguas (foto internet)
Las nuevas generaciones porteñas, no tuvieron oportunidad de conocer muchas cosas hermosas que identificaron a nuestro Chimbote de ayer, lugares e instalaciones que hicieron el deleite de los pobladores de entonces, gracias a Dios, bardos, cronistas, periodistas, historiadores y estudiosos, nos han dejado sabrosos y pormenorizados relatos que nos lo recuerdan y describen con mucha fidelidad y añoranza; por ejemplo, la existencia del Ferrocarril Chimbote-Huallanca, transporte que nos conectaba con el interior de nuestro departamento, aunque no de la manera que se planeó al inicio, ya que la estación final se iba a ubicar unos 130 kilómetros más allá de Huallanca, es decir en Recuay, hecho ambicionado que hubiera significado un enlace significativo con el Callejón de Huaylas... de todos modos, mientras existió hasta 1970, cimentó nuestra relación diaria con los pueblos, fue una vía que facilitó el turismo al interior de nuestro departamento y un motivo más, para sentirnos orgullosos de nuestro puerto… aunque la naturaleza no lo quiso así, pocos años después.

El día previsto para el viaje a  Mirador, mis amigos coordinaron todos lo detalles, lo único que tenía que hacer era seguir sus instrucciones, así que muy temprano, me constituí a la estación del ferrocarril, que quedaba donde hoy funciona la filial del Instituto Nacional de Cultura – INC, en la avenida José Gálvez, 3era. Cuadra, allí ya me esperaban mis amables anfitrionas Marita e Hilda Santana, poco después llegó Augusto. Estando en el lugar, fui presentado a un sinúmero de amigos y parientes de mis amigos que esperaban como nosotros abordar el tren, la algarabía era desbordante, recién me percaté que con nosotros viajaría mucha gente al mismo lugar con motivo de las fiestas de carnaval en Mirador, festividad que gozaba de mucha popularidad en la zona. En mi caso, era la primera vez que viajaba a Mirador, lugar que hacía muchos años escuchaba mencionar a Surama, Manuela, Cleopatra y Manuel Lucero Valdez, queridos amigos  que vivían en el jiron José Balta de Chimbote y que habían nacido en ese pequeño lugar paradisíaco de entrañable belleza natural, con gente amigable y cariñosa, con agradable fruta producida en los huertos de Chuquiquillán, donde se daban los mangos más sabrosos y dulces que jamás he degustado. La fruta de Mirador tenía fama de deliciosa.


Rueda de acero de locomotora (Foto internet)
Pronto llegó la hora de la partida, la gente se arremolinó junto al tren, unos para abordarlo y otros para despedirse de sus seres queridos. La estación era una feria, un adelanto del encanto de viajar en tren de pasajeros y carga, muy pegado a los contrafuertes de los andes... Instantes después se escuchó unas sonoras campanadas, un chorro violento de vapor, unas pitadas estrepitosas y un chuuuu, chuuuu largo de la máquina de acero que anunciaba la partida… chu, chu, chu, chu, siguió desperezándose la colosal anaconda, sus ruedas de acero chirríaban al contacto de la línea férrea mientras iba agarrando velocidad, atrás quedaba la estación, pronto abandonamos su hangar de paredes caladas, y tomamos muy rápido la avenida Buenos Aires, sobrepasando los jirones José Olaya, Francisco Pizarro, Garcilaso de la Vega, 5 esquinas y pitando sobre la vía férrea anunciaba su presencia a velocidad de crucero… la gente nos miraba pasar y algunos alzaban la diestra en señal de adiós.

Luego de dejar Chimbote, el paisaje se torna panorámico, árboles de toda laya, sembríos, ganado vacuno, lanar, campesinos montados en su jumento, acompañados de sus perros se van a laborar en las chacras. Poco después, alcanzamos Cambio Puente y llegamos a El Castillo, allí el tren hace una breve parada y en su entorno se escuchan una serie de pregones, ofrecen fruta, la agradable "causa de pescado" con yucas envuelta en hojas de plátano, cachangas, cachangas con dulce,  gaseosas, etc.; pocos minutos después, se puso nuevamente en movimiento, pronto alcanzamos  Rinconada, luego Vinzos y posteriormente Suchiman, el paisaje verde va quedando atrás, aparecen elevaciones que le dan un aspecto majestuoso al paisaje y que parecieran interponerse en  nuestro camino, pero la gran máquina se abre paso, metro a metro gana recorrido y se eleva sobre el nivel del mar, en cada curva sus ruedas de acero   rechinan sobre los rieles sacando chispas, mientras con furiosas pitadas que el eco devuelve, anuncia su paso. Con mano firme y atenta mirada, el maquinista conduce el reptil de acero entre las escarpadas montañas, mientras el inspector y los brequeros permanecen atentos.


Locomotora parecida a las que
surcaban la ruta Chimbote-Huallanca
(foto internet)
Uno a uno fueron superados y dejados atrás los pueblos aledaños a la vía, en algunos como Tablones, el tren se detenía nuevamente para dejar y subir pasajeros, también carga que se hacía con mucha diligencia... minutos antes de llegar a Chuquicara, mis amigos me señalan el lugar de la tragedia de “Cóndor Cerro”, aquella que Ernesto Sánchez Fajardo, “El Jilguero del Huascarán”, reseña en uno de sus huaynos: “La fecha del 3 de enero / les voy hacer recordar / la dolorosa tragedia / que en Cóndor Cerro sucedió / la represa del Mal Paso / muchas vidas arrastró / con el precio de la muerte / Cóndor Cerro los compró / son 87 muertos..."; tragedia  que conmovió y enlutó a varios pueblos de Ancash como Macate, Bambas, Huaylas y Chimbote, y que nadie olvida a pesar de los años transcurridos. Después de Chuquicara, esta Shasha, Taquilpón y casi en línea recta se divisa Mirador, ya ibamos llegando y los pasajeros se inquietaban,  otros, se expresaban con entusiasmo apurando la plática y deseándose feliz viaje y mutuas felicidades con los que seguían viaje; a la hora exacta, la mole negra de acero ingresó a Mirador, el tren entre traqueteos y chocar de hierros iba deteniéndose anunciando su llegada con repique de campana y chorros de vapor. Los pasajeros con su indumentaria en mano bajaban, otros subían; junto al tren se sucedían abrazos y besos de bienvenida, yo seguía siendo presentado por mis amigos a uno y otro; los pobladores, como en todas las estaciones donde se detenía el tren, aprovechaban para adquirir carne, pescado, verduras, pan llevar fresco, etc.. El tren era una suerte de mercado portátil de abasto en su recorrido, los que seguían viaje aprovechaban para comprar la dulce fruta miradorina, que era voceada por hábiles vendedoras.

Que tiempos aquellos, parece leyenda pero no, así lo recuerdo cuando llegué a ese hermoso lugar hace aproximadamente 40 años, tan hermoso que la naturaleza muestra parajes soberbios casi en su estado natural, donde la amistad era entregaba fraterna y sincera, donde la quietud y la paz del lugar era marco sanador. Mirador por las noches, mostraba un techo plagado de estrellas con una lumbrera brillante que iluminaba de plata sus silenciosos caminos… tan quietos, que hasta el caudaloso Río Santa, discurría quedo para no romper la paz del poblado. Desde la cima de un cerro que domina el pueblo, el símbolo cristiano otea maternal el poblado y sus hijos, los cuales cada 16 de setiembre, vuelven de donde se encuentren para estar presente en el homenaje a la “Santísima Cruz de Mirador”, símbolo que sus mayores plantaron llenos de fe, con la rogativa que protegiera al poblado. Es en este pequeño lugar hermoso, que  muchos de los que habían llegado ese día vieron la luz primera, miradorinos de pura cepa, orgullosos de su tierra y como no estarlo, Mirador es chiquito pero excepcional... bien dice el dicho: "el mejor perfume, viene en frasco pequeño". A todos mis amigos y familiares que la vida me asignó de ese bello lugar, mis recuerdos y cariño. Gracias, por el afecto fraterno con que siempre me honraron. Dios los bendiga.  

                                   DEDICATORIA
Con profundo cariño a la memoria de JULIA BERMÚDEZ LÓPEZ DE SANTANA, madre excepcional, grande de amor y corazón, cuya sencillez, nobleza y cariño, nos dejó una gran lección de convivencia entre los seres humanos, que Dios la tenga presente el día de su gloria. Un gran abrazo a cada uno de sus hijos. (Chimbote, 12.09.03 – Diario “Las Última Noticias”)

Chimbote, Viernes 12 de Setiembre del 2003
Publicado en el Diario “Las Últimas Noticias” (12.09.2003) Pag. 09
Archivo BITÁCORA 13 (Chimbote 67-20030912)