sábado, 12 de enero de 2013

Profesora FANNY ABANTO CALLE - Bitacora 13


Fanny Abanto Calle
(Foto internet)

Vendaval hecho mujer:
Profesora Fanny  Abanto Calle
       
Escribe: Hugo Tafur
       (peruano)
Hoy lunes 5 de noviembre de 2012, se cumple 33 años desde que ese vendaval hecho mujer, Fanny Abanto Calle, partió a las estrellas. Desde entonces se le recuerda con cariño y admiración, rindiéndosele homenaje, cada año en este día. Fanny Abanto Calle, se identificó desde siempre con las luchas sociales del pueblo lambayecano, y se irguió como ángel protector, de los pobres y necesitados de los barrios humildes. El año de su muerte, su entidad sindical el SUTEP, retomó su lucha suspendida el año anterior, y, Fanny Abanto, desde el mismo 4 de junio que se inicia la Huelga Nacional del Magisterio, se ubicó en su puesto de combate, convencida que el triunfo no sería fácil, ya que gobernaba el Perú, una dictadura presidida por el general Francisco Morales Bermúdez, militar coludido con los sectores empresariales más reaccionarios y que se sostenía, ejerciendo una brutal represión contra el pueblo. El SUTEP en esa lucha histórica, tenía como líder a su fundador, el moqueguano Horacio Zevallos Gamez, y era previsible, que durante el desarrollo de la huelga ocurriera hechos lamentables como así fue, arrastrando en ese torbellino a Fanny Abanto Calle, quién sufrió carcelería por su consecuencia; tanto significó para Lambayeque este ángel del pueblo, que habiendo nacido cajamarquina, Cutervo, la adoptó como chiclayana, y hoy, con orgullo se la identifica como tal. Era sorprendente el accionar que desplegaba esta bendita mujer, compartía con los más humildes su pan honesto  y su fe a raudales... aún, a consta, de su hambre no satisfecho, sus fuerzas agotadas y su salud maltrecha, quejándose todavía, que el día no le alcanzaba para cumplir con todas la tareas que se había impuesto.

Hoy, como en años anteriores, muchos visitarán su lugar de descanso para rendirle homenaje: parientes, amigos, discípulos, colegas y gente del pueblo, desfilarán por su tumba inundándola con flores, todo en un acto de admiración y reconocimiento, a su lucha ejemplar y a la necesidad de encontrar la inspiración para retomar el camino trazado, inspirado en el Redentor. Camino y acción que estaba marcado por la preferencia a los más humildes, a los cuales iba a buscar en los PP.JJ. para asistirlos en su pobreza, para educarlos y para mostrarles la senda gloriosa del pan con dignidad, el que se consigue con esfuerzo heroico sin transigir, porque sin pan digno y justo, no hay justicia ni libertad decía. Para nadie que la conoció, resulta ajena esa capacidad desplegada en la protesta... sacudiendo conciencias y desenmascarando la angurria injusta de los poderosos. Era increible, el poder de convocatoria y protesta, instalada en un cuerpo casi esmirriado de mujer, su espíritu y su energía estaba forjado desde niña en los andes cajamarquinos, era indomable. Recreemos esa época... 

Con la frescura de sus voces, niñas vestidas de pastorcitas cantaban al niño Jesús: “Pajaritos y fuentes, auras y brisas / respetad ese sueño y esas sonrisas / callad mientras la cuna se balancea / que el niño esta soñando, bendito sea”... Era 6 de enero de 1939, "Día de Bajada de Reyes", cuando Fanny Abanto Calle, delató su presencia en Cutervo, un vagido potente tranquilizó y alegró al padre, que esperaba su nacimiento con mucha espectativa, haciendo feliz a la parturienta, pues su llanto delataba una nena saludable y fuerte. En el bosque de San Andrés, los guácharos se estremecieron en su cueva... mientras desde su guarida el jaguar, el tigrillo y el oso de anteojos, emitieron un gutural grito de bienvenida; las nutrias aplaudían y el gallito de las rocas mostraba su contento saltando de un lado a otro. Con este auspicio de la naturaleza, llegó al territorio de los guambos, provincia del Chinchaysuyo, en su pasado señorial, esa niña que un día por sus acciones y coraje se convertiría en una mujer de amor y luz. 


SUTEP, en las calles por huelga nacional
(Foto internet)
Desde niña, tuvo la sensibilidad de poetisa y los ojos de santa, para descubrir y dolerse de la necesidad y condición paupérrima de sus congéneres. Fue la vista estremecedora de la pobreza, mientras crecía, que imprimió en su ser el anhelo de compartir su pan con los pobres y luchar para solucionar los problemas de su pueblo. Intuyo, que su fe y religiosidad, la adquirió siendo niña, en una de las festividades de su pueblo, cuando sus padres católicos fervientes la llevaron a rezar al templo, ahí la pequeña Fanny quedó marcada para siempre, al descubrir en el altar mayor la figura de Cristo lacerado y crucificado por amor a la humanidad y a la Virgen de la Asunción, Patrona de Cutervo, en una actitud sublime de perdón y amor, con los brazos extendidos y abiertos, dispuesta  como discípula de su amado hijo, a recibir a pesar de su lacerado corazón de madre, a toda la humanidad creyente si fuera necesario. En los brazos de “La Chonita”, se entregó con fervor la pequeña Fanny e imitó para siempre su actitud, practicando más tarde por donde fuere una religiosidad singular, consecuente y auténtica, de profundo amor a sus semejantes que lo identificaba sobre todo, con los más desvalidos.

Cutervo, su ciudad natal, vió transitar a la pequeña Fanny por sus calles serpenteantes rumbo a la escuela, donde estudiaba Primaria. En ese trayecto, ella muy despierta e inquisidora, iba grabando la imágenes que percibía en el día a día, mientras amorosa y protectora, su madre la acompañaba hasta la escuela; años después, recordaría este afán de su progenitora con profunda emoción. Al terminar su primaria, comenzó su periplo estudiantil, que a esa edad sirvió para templar su alma, evolucionar e ir afirmando su personalidad. Para cursar su Educación Secundaria, fue matriculada en el colegio “Indoamericano” de Cajamarca, mas los culminó en Chiclayo, en el colegio “Nuestra Señora del Rosario”... Luego se trasladó a Trujillo, para seguir estudios pedagógicos en la Universidad Nacional de Trujillo, donde se graduó en el año 1961 como profesora de Educación Secundaria, en la especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, con apenas 22 años de edad.

"Felices lo que siembran la justicia, porque
ellos cosecharán la paz".. Tumba de la
Prof. Fanny Abanto (Foto de Angélica
Mejía - Internet)
El destino la esperaba a partir de su graduación, ella comienza a transitar su camino de heroína y luchadora social infatigable, que lo llevaría a la gloria, de vivir en el corazón del pueblo lambayecano. Primero, su labor de educadora, lo cumple en centros educativos nacionales como el “Juan Manuel Iturregui” y el “Sara Bullón”, luego en el C.P. “Nuestra Señora del Carmen”; tiempo después, por su eficiencia profesional y su admirable trabajo cristiano, es invitada por las madres dominicas a trabajar en el Colegio “Nuestra Señora del Rosario”, donde por diez años desarrolló una labor destacada y dejó una estela de aprobación y gratitud en padres de familia y en quienes fueron sus alumnas, pero a su vez, al enterarse que era sutepista, fue víctima de presiones y problemas soterrados por parte de los directivos del colegio, que obstinados, desaprobaban su actividad en apoyo al SUTEP, su entidad sindical. Esta confrontación, terminó con el despido de su puesto de trabajo, junto a un grupo de profesoras, que se sumaron a la huelga nacional del SUTEP el año 1979.

Esta nueva conyuntura, no amedrentó a Fanny Abanto Calle, una vez más, este ser de aspecto delicado mostró su grandiosa personalidad, su fortaleza moral y su generosa capacidad, se multiplicaba aquí y allá,  apoyando con mucha consecuencia  todas la luchas sociales y no tenía ni se ponía límites, visitaba enfermos, encarcelados, despedidos y barrios humildes; nadie que la buscara o la mandara llamar, se quedaba sin su apoyo y solidaridad, era infatigable. Su fe religiosa, marcaba su actitud para con sus hermanos de clase... tareas interminables, días sin alimentarse adecuadamente,  durmiendo cuando se puede y ha sobresalto, en medio de la lucha sindical que se prolongaba interminable, fueron minando y consumienndo el aceite de su lámpara de vida, su energía y valor fue llevado al límite en los 118 días que duró la huelga, que se extremó, cuando la represión policial en forma prepotente y abusiva, la llevó a sufrir carcelería. Poco tiempo después de lograr su libertad, recibió las primeras señales de agotamiento y deterioro de su salud, que no atendida con la urgencia requerida, la condujo a un estado de inconciencia producido por un derrame cerebral, era el miércoles 10 de octubre de 1979... el principio del fin amenazaba a la heroína lambayecana; alguna vez, ella profetizó su propio final, al asegurar que toda lucha tenía sus riesgos; sin embargo, dijo: "Si para conseguir el triunfo de la justicia, debo entregar la vida, lo haré feliz" ... Así, un 5 de noviembre de 1979, Fanny Abanto Calle, partió a la eternidad... lo hizo, en olor a santidad de luchadora social, en hombros de su pueblo, que dolido por su partida, en fervoroso grito, repetía con unción su nombre por las calles de la ciudad, grabando para siempre su recuerdo, en el corazón del pueblo lambayecano. 

Japón, Ashikaga shi, lunes 05 de noviembre de 2012
Archivo BITÁCORA 13 (20121105) Japón 
Revisada para el blogger (JAPÓN - 74-20130112) Tochigi Ken

1 comentario:

  1. Un gran ejemplo, pagó con su vida enfrentarse al régimen militar de aquel tiempo.

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