sábado, 31 de marzo de 2012

Las TRAGEDIAS se pueden evitar - Bitácora 13


La tragedia ronda ¡Alerta! (Foto internet)

Si conduce alerta y sin distraerse
Las tragedias se pueden evitar
Escribe: Hugo Tafur
        (peruano)

Escribo esta nota, unas horas después de haber presenciado el accidente y cuando el afectado, mi amigo, ha sido operado con éxito. La vista del percance, ocurrido a sólo unos metros de donde me encontraba, me impresionó y me hizo pensar por undécima vez en la fragilidad de nuestra existencia y lo súbito que puede cambiar nuestra situación; es verdad, nadie esta libre de un percance, pero éste resulta punible, cuando los hechos se suceden en circunstancias de evidente irresponsabilidad. En materia de seguridad, es un hecho comprobado que los accidentes no son casuales, son causados; generalmente, por errores humanos que hacen o dejan de hacer algo, como por ejemplo: observar con displicencia las normas de tránsito, con el ingrediente de excesiva confianza y falta de prudencia en un lugar con gente y vehículos en movimiento; naturalmente, tanto del que conduce un vehículo, como de los que transitan por las calles.

No es mi deseo juzgar ni justificar a nadie, menos al que pilotaba el vehículo agresor, cuyo comportamiento en los hechos, me configuran una persona poco experimentada, de conducción arriesgada y pocos reflejos. Porque para quienes observamos el accidente, se nos hace harto difícil comprender, cómo, con la visibilidad que presentaba el lugar de los hechos, el piloto no haya reaccionado y frenado a tiempo, para no atropellar a la víctima que en ese momento transitaba por la calle frente a él y a mitad de la boca calle; todo hace suponer, que el conductor estaba en otra nota... ajeno; es cierto, no corría, pero sus signos era la de un ente  distraído, con los reflejos abotagados, ya que sólo atinó a frenar cuando estaba encima del trabajador, al extremo, que la llanta delantera derecha quedó sobre su pie izquierdo; mientras el sorprendido piloto, miraba detrás del parabrisa sin atinar a nada, hasta cuando varios de los testigos le hicimos señas enérgicas para que retrocediera y liberara el pie del accidentado.

Todo el que conduce un vehículo, debe estar conciente sobre la grave responsabilidad que asume al pilotar un vehículo, sea este grande o pequeño  y debe aprender a manejar sin riesgos, muy concentrado, ya que hay vidas humanas en juego, incluida la de él, que esperan de su actuación una práctica impecable. Al iniciar el día y antes de poner en movimiento nuestro vehículo, debemos   asegurarnos que está cien por ciento operativo desde el punto de vista mecánico eléctrico y luego preguntarnos -auto analizarnos- si estamos con el ánimo sereno y si físicamente, nuestras extremidades no sufren ninguna dolencia o lesión que limiten nuestro accionar y reflejos; todas las entidades y autoridades que regulan el transporte terrestre, recomiendan no conducir si uno se encuentra cansado o con el ánimo alterado, ya sea por la ira, la tristeza o el nerviosismo, hacerlo en ese estado provocado, es poner las bases para un seguro accidente, ya que el sujeto conduce con riesgo.

Los que trabajamos aquí en Japón, conocemos la preocupación de las empresas mediante sus jefaturas, que recomiendan insistentemente la importancia de manejar advertidos, sin distraerse y jamás hacerlo en estado etílico. Los que laboramos en las áreas de Hitachi-Ohira, sabemos de los continuos recordatorios que nos hacen para conducir con seguridad: “No manejen distraídos”; “No contesten el celular”; “No conversen”; “No fumen ni coman”; y cuando estamos andando: “No caminen con la manos en los bolsillos”; “No hablen por celular”; “No corran ni se jueguen”, etc.; todo, para conducir y conducirse, con seguridad y evitar accidentes. ¿Entonces?

Recordemos, que conducir en alerta, sin distraerse, en estado ecuánime y no en estado mental provocado o con dolencias físicas que disminuyan nuestra concentración y reacción, nos asegurará llegar a nuestro destino, a tiempo y con felicidad. El no observar escrupulosamente las normas de tránsito, implica no respetarse a si mismo y menos respetar la vida de  los demás. Recuerde también, que en Japón, las leyes sancionan con mucha severidad el manejo temerario y los accidentes con consecuencias funestas; cuide su vida y cuide la de los demás. Vuelva a casa no sólo con la satisfacción del deber cumplido, sino también para la fecha que se ha fijado retornar a su país; donde sus seres queridos, lo esperan con mucha expectativa y cariño. No sea causante de una tragedia, que se puede evitar; tampoco, número de la estadística mundial de los que mueren por accidentes vehiculares. Conduzca con moderación y siga viviendo... Finalmente, antes de sentarse al volante, nunca estará demás encomendarse en una oración, para pedirle a Dios y su amado Hijo, su guía y protección... si logramos hacernos escuchar, será una bendición tener al Señor Jesús de nuestro "Copiloto”.

Japón-Ohira, Jueves 29 de marzo de 2012 – Hora 17:00
Archivo BITACORA 13 (20120329) Japón
Revisado para el blogger (JAPÓN 44-20120331) Tochigi Ken   

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