jueves, 15 de marzo de 2012

Rosas blancas para tía Charo - Bitácora 13

Rosas blanca para tía Charo

Escribe: Hugo Tafur
          (peruano)  

Desde que nos enteramos del accidente… un extraño sentimiento nos taladraba el alma, sentíamos como si nevara dentro de nuestro departamento envolviéndonos en una capa fría de intensa tristeza; Miryam, con ojos humedecidos, me miraba con estupefacción y entrecortadamente balbuceó: ¡No lo puedo creer!... La angustia, poco a poco fue copando el tiempo en esa terrible espera de un milagro, a el nos aferramos igual que toda la familia. Los médicos habían dicho en Lima: “sólo un milagro”, y nos unimos al sueño de que ese milagro aconteciera; sabíamos que tía “Charo” era una mujer capaz de vencer al infortunio, siempre tuvo valor y entereza para superarlo, ahora lo haría por sus hijos, por sus nietos, por su esposo... Todos la queríamos de retorno a casa, lúcida, alegre y cariñosa… Afuera, en Ashikaga shi, donde vivimos en Japón, un Sol resplandeciente abrazaba la ciudad y mimaba a los botones de cerezos que pronto estallarían inundando con su hermosa flor Sakura el país…pero dentro de nosotros, seguía nevando con esa extraña sensación de frío y tristeza. “No piense nunca el lloroso / que este cantar dolorido / es un capricho tejido / por la musa de un dichoso”.

El tic tac de los relojes que tenemos en el departamento, sólo los percibimos en el silencio de la noche -pero hoy- se nos hacían audibles de día… Casi estábamos contando los minutos que pasaban y en cada timbrada del teléfono, miraba a Miryam, quién estaba muy conmovida… quería mucho a su tía, hermana de su madre, era parte de sus gratas vivencias de niña y su inesperada gravidez, le afligía sobremanera; llamó no se cuantas veces, -la verdad- entramos en confusión, todos llamaban a todos, para informarse sobre lo último que se sabía sobre la salud de la querida tía, algo estaba quedando claro, las esperanzas de su restablecimiento eran muy remotas pues había sufrido grave daño. En ese momento, pensamos en la angustia por la que deberían estar pasando la familia en Lima… y quedamente, desde el fondo de nuestro corazón, elevamos una oración al Creador pidiéndole que tía supere el trance, y fortalezca a su esposo y a sus amados hijos… Los comprendo, porque yo viví la brutal experiencia de perder a mi madre, incapacita y afecta por mucho tiempo, pues deja una herida en el corazón que no se cierra con facilidad aunque pasen los años. “No piense que es armonioso / juego de un estro liviano; / piense que yo no profano, / ni con mentiras sonoras, / las penas desgarradoras / del corazón de un hermano”.

Extrañado voluntario en este país, contemplo con dura pena, como uno a uno mis amigos y mis familiares en Perú van marchándose… Habían transcurrido más de setenta horas desde el fatídico accidente, transcurría tensa la tarde del martes trece de marzo y la efímera vida que todos tenemos prestada, se escapaba como agua entre los dedos... tía Charo, una mujer encantadora, una madre buena y comprensiva, había partido; desde ese momento sería recuerdo, sobre todo, por ese vacío que deja en la familia y en sus amigos... No estaremos junto al tío Genaro, ni a los primos Mili, Genarito, Liyén y Gary, para abrazarlos y  despedir junto a ellos a la bondadosa tía, ya no la veremos más, pero su bello recuerdo estará con nosotros para siempre... Desde aquí, embargados por la angustia de la distancia, trazo con afanoso afán estas líneas que quieren ser oración, para rogar a Dios por su descanso; que quieren ser  rosas, para orlar su frente de madre y gran amiga; que quieren ser palomas, para acompañar su tránsito hacia Dios. Con el cariño y fraternidad que emana de la fragua del dolor, les enviamos nuestras más sentidas y solidarias condolencias a toda la familia López Yendo. “Una canción de dolores / me piden mis padeceres, / tal como ayer mis quereres / pidieron cantos de amores; / que así como son mayores / si se cantan los contentos, / así los tristes acentos / de las trovas doloridas, / si no curan las heridas, amansan los sufrimientos”.

Crédito: Los finales de párrafos en letra cursiva, pertenecen al poema “Canción” del gran poeta español, José María Gabriel y Galán (1870-1905)

Japón, Ashikaga shi, 14 de Marzo de 2012 (Hora: 07:30)
Archivo BITÁCORA 13 (20120314) Japón
Revisado para el blogger (JAPÓN - 42-20120315) Tochigi Ken


1 comentario:

  1. María Elena Alva Loyza (España 15.03.12)
    Hola Hugo, te agradezco por hacerme participe de esta noticia, no estaba enterada, q Dios la tenga en su gloria y q descanse en paz la SRA CHARO, es familia de mis hijos por tanto me siento muy apenada y confundida con lo que paso...además ella ha sido una BUENA MUJER en todo sentido de la palabra....gracias..cuídate...un abrazo
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    Teresita Carrasco de Marfil (Argentina 16.03.12)
    MIS PÉSAMES PARA SU ESPOSA MIRIAM Y A USTED MUY BELLO LO QUE HA ESCRITO; SEGURO QUE LA TÍA CHARO SEGUIERA VIVIENDO EN SUS CONVERSACIONES, EN SUS RECUERDOS, EN AQUELLAS COMIDAS QUE ELLA HACÍA, EN EL ROSTRO DE SUS HIJOS O EN LOS GESTOS DE SUS NIETOS. PAZ Y BIEN. Teresita
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    Mary Salgado (México 17.03.12)
    MIRIAM Y HUGO:
    LOS ABRAZO A LA DISTANCIA, LAMENTANDO PROFUNDAMENTE TAN INESPERADA PÈRDIDA DE SU TÌA CHARO. EL ESTAR LEJOS, HACE ESTA EXPERIENCIA DOLOROSA, PERO ESPIRITUALMENTE TODOS ESTARÀN UNIDOS, JUNTOS EN UNA ORACION PEDIRLE A DIOS POR SU ETERNO DESCANSO.
    QUE DIOS LES DÈ LA RESIGNACIÒN NECESARIA A USTEDES Y A TODA LA FAMILIA.

    MARY SALGADO.
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    Milagros Vera Endo (Japón 19.03.12)
    Gracias Hugo, este detalle me ayuda a consolarme.....este dolor profundo no lo puedo contener mi tía representaba la persona q siempre tenía un detalle para hacerme sentir bien y hacerme crecer en la vida aparte de mi madre.
    Abrazos para ti y mi hermana.
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    Gracias, muchas gracias: María Elena, Teresita Carrasco de Marfil, Mary Salgado y Milagritos..; escribí la crónica con mucho cariño. Tía Charo, fue una gran amiga, linda madre y excelente familiar, ahí se quedará, en mi corazón, para recordarla siempre con mucho afecto. Hugo (Japón 25.03.12)

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