viernes, 23 de noviembre de 2012

LOS ILEGALES EN JAPÓN - Bitácora 13


Desde su ventanilla echa una última
mirada (Foto internet)
 Ilegales en Japón
Peripecias de un peruano

Escribe: Hugo Tafur
         (peruano)

Los motores del gran avión Air FRANCE, vuelo AF0277, lanzan un estruendo al ponerse en marcha; luego, un largo silbido indica que están alcanzando alta velocidad de rotación y la nave vibra ligeramente ante la potencia de sus cuatro turbinas. Dos bellas aeromozas dan las últimas instrucciones a los pasajeros pidiéndoles finalmente que se abrochen los cinturones para despegar… Desde su ventanilla, Carlos echa una última mirada a los monumentales edificios iluminados de Tokio, será la última vez que observe Japón, se va en calidad de deportado, ya no podrá volver al país, hace 22 años que ingresó como ilegal y nunca lo abandonó, vino como Suzuki y se va con su nombre verdadero, cargado de años; gracias a la normativa emitida por el terremoto del 11 de marzo, a la respetuosa y humana  comprensión de la Policía de Migraciones y al Consulado General del Perú en Tokio, ha obtenido su  salvoconducto y gracias a la Organización Internacional de las Migraciones, OIM Tokio, Japón, un pasaje gratuito como “ayuda humanitaria de retorno al país natal”, lo que le permitía volver vía Europa a la patria. Aquí, con la angustia de la separación inesperada y con la promesa de reencontrarse en Perú, se queda Hideko, una japonesita con quién convivió ocho años.

Siempre recordará con cariño y
gratitud a Japón (Foto internet)
La nave ligera como un ave, con sus motores rugiendo en máxima potencia, comienza a recorrer velozmente la pista del aeropuerto de Narita para decolar, las turbinas producen un fuerte zumbido de abejas y por fin levanta vuelo rumbo al aeropuerto Charles De Gaulle, Paris, Francia, su próximo destino. Desde el avión, Carlos observa con tristeza, como poco a poco se va tornando pequeña la gran urbe capitalina dibujada en la oscuridad de la noche por sus miles de farolas… el generoso país que lo albergó comienza a desdibujarse físicamente, pero de su mente jamás se borrará dice, siempre recordará con cariño y gratitud a Japón, país en el que pese haber vivido ilegal más de dos décadas, muchas veces a salto de mata, cuando más lo necesitaba le dio tanto, sería ingrato olvidar a este hermoso país; luego, sus divagaciones lo llevaron hasta su gran amor, la que le endulzó su vida azarosa los últimos años y no pudo evitarlo, una lágrima furtiva le quemó el rostro… en algún momento, me contó que Hideko, pudo haberlo legalizado casándose con él, más Japón ya había endurecido sus normas contra los ilegales, al extremo, que sancionaba con cárcel a la japonesa que se casara con un ilegal.

El caos generado por los
subversivos (Foto internet)
Esta historia real iniciada a fines del año 1988, la década perdida en Perú, puede ser la historia de muchos peruanos, que ante el casi nulo crecimiento económico, el caos generado por los subversivos, la falta de trabajo, una inflación galopante y la violencia terrorista imperante en nuestro país, no les dejó otra alternativa para mejorar su situación y la de su familia, que emigrar. Una perspectiva configurada por la necesidad, generó un río de hombres y mujeres, decididos a extrañarse voluntariamente de la patria con destinos diferentes. Unos lo hicieron de manera legal y otros valiéndose de malas artes, compraban documentos falsificados,  documentos que por ignorancia o complicidad eran legalizados por autoridades de las provincias y la capital. Fue en una época, que abierta la posibilidad de trabajo en Japón para los descendientes, causó febriles actividades de rectificación de partidas de nacimiento, adopciones, compras de apellidos, matrimonios fingidos y por último partidas fraguadas.

Terrorismo nunca más (Foto internet)
Carlos Suzuki, el personaje de nuestra historia, se desempeñaba en Perú, como administrador de una casa que compraba oro en Chiclayo, negocio que según le dataron, delincuentes subversivos planeaban asaltar, por lo que en resguardo de su integridad al haber emitido opinión desafiante, prefirió extrañarse al ser amenazado de muerte. Sin trabajo y no siendo descendiente, secretamente se puso en manos de un tramitador quién en poco tiempo, le consiguió “sellado y sacramentado” toda la documentación necesaria, incluido el pasaporte, para abandonar el país. Así de la noche a la mañana subió a un avión rumbo a Japón, dejando a su familia la promesa de pronto retorno, nadie imaginaba que esa separación se prolongaría por más de veinte años, lapso en que durante su ausencia, ocurrirían una serie de hechos familiares que cambiaron su estructura. La más dolorosa, fue la muerte de su señora madre.

En todo país industrializado, el problema a
resolver es los ilegales (Foto internet)
El Japón de entonces era el paraíso laboral soñado, faltaba mano de obra; sin embargo, para los que no venían directamente contratados desde Perú, como en su caso, en el mismo aeropuerto, después de haber burlado migraciones,  empezaba las vicisitudes. La mano de obra requerida con urgencia, originó que muchos contratistas japoneses esperaran en Narita a quiénes llegaban, de inmediato les ofrecían trabajo, casa, comida y un adelanto para mandar de inmediato a su familia; este generoso ofrecimiento, en lugar de  convencerlo lo puso en alerta, pues aceptada la transacción, el contratista incautaba el pasaporte. Sin dinero, ni nadie que lo oriente en un país completamente extraño, pernotó en cualquier lugar del aeropuerto, atenazado por el hambre,  la sed y el frío, Suzuki permaneció a la deriva por tres días, hasta que un paisano lo animó ha enrolarse a su primer trabajo. 



La policía verifica documentos (Foto internet)
En las primeras oleadas de emigrantes de los años 90, venían camuflados, no solamente gente que no era descendiente, sino delincuentes prontuariados que vieron en este “destierro” la oportunidad para sacarle el cuerpo a la justicia peruana, muchos de ellos una vez que se instalaron y agarraron confianza, quisieron imponer sus  malos hábitos; hecho insólito, en un país donde hasta la promesa verbal es suficiente garantía de cumplimiento, el transgredir normas y costumbres con tanta irresponsabilidad es considerada una falta grave. Hubo casos censurables, protagonizados por quiénes recibieron el préstamo ofrecido en el aeropuerto; desaparecieron del escenario cambiándose de ciudad y trabajo, previamente con engaños lograban que el contratista les proporcionara el pasaporte para una supuesta gestión. Ante esta situación, los contratistas y las autoridades niponas comenzaron a endurecer las normas de contrato y de entrega de visas para permanecer en Japón.

Los sueños han terminado... la policía
detiene a un ilegal (Foto internet)
Suzuki, al principio, trabajó en diferentes compañías de varias ciudades cercanas a la capital, cuando se ponía en evidencia su condición de ilegal, su situación se tornaba sumamente precaria, ya que para seguir dándole trabajo los contratistas le ofrecían sueldos risibles. Cuando ya no pudo mantener este estado y a fin de ponerse a buen recaudo, se replegó al interior del país y se empleó en una panadería de Ashikaga shi, donde no le hicieron mayores exigencias y trabajó por varios años, fue en esa empresa, que conoció y se enamoró de la mujer que llegaría ser su pareja. Por esa época, compartía departamento con un grupo de paisanos de los que se separó para vivir sólo, debido a las farras, borracheras y escándalos, que fomentaban los fines de semana; además, su relación sentimental, exigía tomar partido y así lo hizo.

La población ilegal que todavía vive en Japón
es superior a 100 mil personas de distintas
nacionalidades (Foto internet)
Su condición de ilegal, no sólo le ocasionó abusos y malos tratos, también su nacionalidad de peruano lo puso en la mira del odio; la primera vez, ocurrió recién llegado a Japón, cuando "Sendero Luminoso", asesinó a tres ingenieros japoneses en Huaral, esto originó una reacción hostil en sus compañeros de labor, para evitarla, se vio obligado a cambiar de trabajo; la segunda vez, cuando los subversivos del "Movimiento Revolucionario Tupac Amaru”, en el año 1996, asaltaron la residencia de la embajada de Japón, mientras celebraban el 63 aniversario del nacimiento del Emperador Akihito y retuvieron a más de una veintena de ciudadanos japoneses; la tercera vez, el asunto fue bastante difícil, los peruanos éramos vistos con odio y desprecio en los centros de trabajo, pero por la magnitud del hecho, sentíamos vergüenza ajena, fue cuando José Manuel Torres Yagi, un peruano ilegal, violó y asesinó a una niña japonesa de 7 años. El hecho generó pánico, en los hogares japoneses.

La alegría del retorno a la patria
(foto internet)
En esta larga estadía vivida a sobresaltos, el tiempo va dejando su huella y las circunstancias cambian, los directivos de la industria que por años lo acogió y le dio trabajo, decidieron reubicar la panadería en otra ciudad, a la cual Suzuki no podía seguirlos sin exponerse a ser detenido por Migraciones; un nuevo trabajo, una nueva actividad, se empleó en una carpintería de Ashikaga shi, pero pronto, sabiendo que era ilegal fue tratado con menos valor y poca estima, sueldo menos que el mínimo y desconocimiento de sus derechos, al reclamar puso las cosas tensas y finalmente fue despedido… había envejecido, estaba desconectado de su familia, su mujer trabajaba en otra ciudad, él no encontraba trabajo y la necesidad apretaba… la cuenta del departamento, luz, agua, gas, teléfono, se iban acumulando, había que tomar una decisión... se presentaría a Migraciones. Desde Perú, su familia manifestó su felicidad de ubicarlo y saber de él, aportó con una cantidad para pagar las deudas y repatriarlo. Las manos amigas y solidarias de peruanos legales hicieron el resto… Hoy, lunes 18 de julio de 2011, a bordo de un avión AirFRANCE, surca el cielo de Japón, rumbo a la patria. La odisea ha terminado.

Japón, Ashikaga shi, sábado 23 de Julio de 2011
Archivo BITÁCORA 13 (20110723) Japón 
Revisada para el blogger (JAPÓN 68-20121123) Tochigi Ken

miércoles, 21 de noviembre de 2012

MI VIAJE A MIRADOR - Bitacora 13


Una de la primeras locomotoras que unió
Chimbote - Huallanca (foto internet)
 Ferrocarril Chimbote-Huallanca
Mi viaje a Mirador

Escribe: Hugo Tafur
       (peruano)

¡Cómo ha pasado el tiempo!.. Ya casi suman 40 años, era febrero de 1964 y sin embargo lo recuerdo como si fuera ayer. Fue un viaje inolvidable que cambio en mucho mi vida, no se si mis amigos que me invitaron sabían del problema que pasaba, pero allá fui, en busca de nuevos aires para amortiguar la tristeza de la partida de un ser querido. Por esos días vivía la edad de la primavera juvenil, me reunía en el club "Inca Garcilaso de la Vega", una institución cultural chimbotana fundada por jóvenes, que gracias al empeño y trabajo de sus integrantes había logrado ubicarse en el corazón de los porteños, que aplaudían sus actividades y que seguían con mucho interés los domingos su programa radial "La Hora Garcilasista", que motivaba alegría y hacía vibrar con los acordes de la música peruana. Por el escenario de “Radio Chimbote”, Cadena Nacional “Radio Victoria”, ubicada en la 2da. cuadra del jirón Villavicencio, desfilaron una serie de cultores anónimos que tiempo después se instalaron en la marquesina nacional de la canción criolla... las guitarras garcilasistas pulsadas magistralmente por Oscar Chang, Rolando Barrueta y Lucio Reynalte Coral, trinaban en el espectro radioeléctrico del cielo chimbotano, haciendo la delicias de los oyentes.

Por entonces, nuestra presencia cultural iniciada en abril de 1961 gravitaba popularmente en el ambiente chimbotano, y de hecho, grupos de jóvenes porteños de los barrios aledaños, acicateados por nuestra actividad, siguieron el ejemplo, fundando varias instituciones culturales, entre ellas, el club Cultural, Social y Deportivo “Daniel Alcides Carrión”, en el barrio "Bolívar Bajo”, al que fuimos invitados para organizarlos y fundarlos. Esta institución, desde el principio ganó adeptos y sobresalió en el orden deportivo, pronto su equipo femenino de voleibol estuvo disputando los primeros lugares en el Coliseo "Paul Harris" y se constituyó también como ente motivador de los moradores; al calor de la amistad, en ese club conocí e hice amistad con excelentes personas, cuya relación fraterna recuerdo hasta ahora con mucho cariño, entre ellos, a Juan Jara y su esposa Flor Ventura, Benedicta Sipirán Ventura, Lilian Álvarez, Ernesto Ventura, Victoria Otárola, Marcela Irribarren, Victoria Díaz,  los hermanos Santana Bermúdez, Augusto, Hilda y Marita, quiénes con su generosa invitación para visitar y conocer Mirador (ubicado por la vía férrea que llegaba hasta Huallanca, a 90 kilómetros de Chimbote) generaron esta crónica que hoy escribo.

Locomotoras antiguas (foto internet)
Las nuevas generaciones porteñas, no tuvieron oportunidad de conocer muchas cosas hermosas que identificaron a nuestro Chimbote de ayer, lugares e instalaciones que hicieron el deleite de los pobladores de entonces, gracias a Dios, bardos, cronistas, periodistas, historiadores y estudiosos, nos han dejado sabrosos y pormenorizados relatos que nos lo recuerdan y describen con mucha fidelidad y añoranza; por ejemplo, la existencia del Ferrocarril Chimbote-Huallanca, transporte que nos conectaba con el interior de nuestro departamento, aunque no de la manera que se planeó al inicio, ya que la estación final se iba a ubicar unos 130 kilómetros más allá de Huallanca, es decir en Recuay, hecho ambicionado que hubiera significado un enlace significativo con el Callejón de Huaylas... de todos modos, mientras existió hasta 1970, cimentó nuestra relación diaria con los pueblos, fue una vía que facilitó el turismo al interior de nuestro departamento y un motivo más, para sentirnos orgullosos de nuestro puerto… aunque la naturaleza no lo quiso así, pocos años después.

El día previsto para el viaje a  Mirador, mis amigos coordinaron todos lo detalles, lo único que tenía que hacer era seguir sus instrucciones, así que muy temprano, me constituí a la estación del ferrocarril, que quedaba donde hoy funciona la filial del Instituto Nacional de Cultura – INC, en la avenida José Gálvez, 3era. Cuadra, allí ya me esperaban mis amables anfitrionas Marita e Hilda Santana, poco después llegó Augusto. Estando en el lugar, fui presentado a un sinúmero de amigos y parientes de mis amigos que esperaban como nosotros abordar el tren, la algarabía era desbordante, recién me percaté que con nosotros viajaría mucha gente al mismo lugar con motivo de las fiestas de carnaval en Mirador, festividad que gozaba de mucha popularidad en la zona. En mi caso, era la primera vez que viajaba a Mirador, lugar que hacía muchos años escuchaba mencionar a Surama, Manuela, Cleopatra y Manuel Lucero Valdez, queridos amigos  que vivían en el jiron José Balta de Chimbote y que habían nacido en ese pequeño lugar paradisíaco de entrañable belleza natural, con gente amigable y cariñosa, con agradable fruta producida en los huertos de Chuquiquillán, donde se daban los mangos más sabrosos y dulces que jamás he degustado. La fruta de Mirador tenía fama de deliciosa.


Rueda de acero de locomotora (Foto internet)
Pronto llegó la hora de la partida, la gente se arremolinó junto al tren, unos para abordarlo y otros para despedirse de sus seres queridos. La estación era una feria, un adelanto del encanto de viajar en tren de pasajeros y carga, muy pegado a los contrafuertes de los andes... Instantes después se escuchó unas sonoras campanadas, un chorro violento de vapor, unas pitadas estrepitosas y un chuuuu, chuuuu largo de la máquina de acero que anunciaba la partida… chu, chu, chu, chu, siguió desperezándose la colosal anaconda, sus ruedas de acero chirríaban al contacto de la línea férrea mientras iba agarrando velocidad, atrás quedaba la estación, pronto abandonamos su hangar de paredes caladas, y tomamos muy rápido la avenida Buenos Aires, sobrepasando los jirones José Olaya, Francisco Pizarro, Garcilaso de la Vega, 5 esquinas y pitando sobre la vía férrea anunciaba su presencia a velocidad de crucero… la gente nos miraba pasar y algunos alzaban la diestra en señal de adiós.

Luego de dejar Chimbote, el paisaje se torna panorámico, árboles de toda laya, sembríos, ganado vacuno, lanar, campesinos montados en su jumento, acompañados de sus perros se van a laborar en las chacras. Poco después, alcanzamos Cambio Puente y llegamos a El Castillo, allí el tren hace una breve parada y en su entorno se escuchan una serie de pregones, ofrecen fruta, la agradable "causa de pescado" con yucas envuelta en hojas de plátano, cachangas, cachangas con dulce,  gaseosas, etc.; pocos minutos después, se puso nuevamente en movimiento, pronto alcanzamos  Rinconada, luego Vinzos y posteriormente Suchiman, el paisaje verde va quedando atrás, aparecen elevaciones que le dan un aspecto majestuoso al paisaje y que parecieran interponerse en  nuestro camino, pero la gran máquina se abre paso, metro a metro gana recorrido y se eleva sobre el nivel del mar, en cada curva sus ruedas de acero   rechinan sobre los rieles sacando chispas, mientras con furiosas pitadas que el eco devuelve, anuncia su paso. Con mano firme y atenta mirada, el maquinista conduce el reptil de acero entre las escarpadas montañas, mientras el inspector y los brequeros permanecen atentos.


Locomotora parecida a las que
surcaban la ruta Chimbote-Huallanca
(foto internet)
Uno a uno fueron superados y dejados atrás los pueblos aledaños a la vía, en algunos como Tablones, el tren se detenía nuevamente para dejar y subir pasajeros, también carga que se hacía con mucha diligencia... minutos antes de llegar a Chuquicara, mis amigos me señalan el lugar de la tragedia de “Cóndor Cerro”, aquella que Ernesto Sánchez Fajardo, “El Jilguero del Huascarán”, reseña en uno de sus huaynos: “La fecha del 3 de enero / les voy hacer recordar / la dolorosa tragedia / que en Cóndor Cerro sucedió / la represa del Mal Paso / muchas vidas arrastró / con el precio de la muerte / Cóndor Cerro los compró / son 87 muertos..."; tragedia  que conmovió y enlutó a varios pueblos de Ancash como Macate, Bambas, Huaylas y Chimbote, y que nadie olvida a pesar de los años transcurridos. Después de Chuquicara, esta Shasha, Taquilpón y casi en línea recta se divisa Mirador, ya ibamos llegando y los pasajeros se inquietaban,  otros, se expresaban con entusiasmo apurando la plática y deseándose feliz viaje y mutuas felicidades con los que seguían viaje; a la hora exacta, la mole negra de acero ingresó a Mirador, el tren entre traqueteos y chocar de hierros iba deteniéndose anunciando su llegada con repique de campana y chorros de vapor. Los pasajeros con su indumentaria en mano bajaban, otros subían; junto al tren se sucedían abrazos y besos de bienvenida, yo seguía siendo presentado por mis amigos a uno y otro; los pobladores, como en todas las estaciones donde se detenía el tren, aprovechaban para adquirir carne, pescado, verduras, pan llevar fresco, etc.. El tren era una suerte de mercado portátil de abasto en su recorrido, los que seguían viaje aprovechaban para comprar la dulce fruta miradorina, que era voceada por hábiles vendedoras.

Que tiempos aquellos, parece leyenda pero no, así lo recuerdo cuando llegué a ese hermoso lugar hace aproximadamente 40 años, tan hermoso que la naturaleza muestra parajes soberbios casi en su estado natural, donde la amistad era entregaba fraterna y sincera, donde la quietud y la paz del lugar era marco sanador. Mirador por las noches, mostraba un techo plagado de estrellas con una lumbrera brillante que iluminaba de plata sus silenciosos caminos… tan quietos, que hasta el caudaloso Río Santa, discurría quedo para no romper la paz del poblado. Desde la cima de un cerro que domina el pueblo, el símbolo cristiano otea maternal el poblado y sus hijos, los cuales cada 16 de setiembre, vuelven de donde se encuentren para estar presente en el homenaje a la “Santísima Cruz de Mirador”, símbolo que sus mayores plantaron llenos de fe, con la rogativa que protegiera al poblado. Es en este pequeño lugar hermoso, que  muchos de los que habían llegado ese día vieron la luz primera, miradorinos de pura cepa, orgullosos de su tierra y como no estarlo, Mirador es chiquito pero excepcional... bien dice el dicho: "el mejor perfume, viene en frasco pequeño". A todos mis amigos y familiares que la vida me asignó de ese bello lugar, mis recuerdos y cariño. Gracias, por el afecto fraterno con que siempre me honraron. Dios los bendiga.  

                                   DEDICATORIA
Con profundo cariño a la memoria de JULIA BERMÚDEZ LÓPEZ DE SANTANA, madre excepcional, grande de amor y corazón, cuya sencillez, nobleza y cariño, nos dejó una gran lección de convivencia entre los seres humanos, que Dios la tenga presente el día de su gloria. Un gran abrazo a cada uno de sus hijos. (Chimbote, 12.09.03 – Diario “Las Última Noticias”)

Chimbote, Viernes 12 de Setiembre del 2003
Publicado en el Diario “Las Últimas Noticias” (12.09.2003) Pag. 09
Archivo BITÁCORA 13 (Chimbote 67-20030912)       

lunes, 19 de noviembre de 2012

TRABAJO VOLUNTARIO - Bitácora 13


Manos voluntarias (Foto internet)
 Reflejos de mi tierra en Japón
Trabajo voluntario

Escribe: Hugo Tafur
        (peruano)

En Japón existe una motivación civil muy arraigada, costumbre  que implica trabajo voluntario a favor de la comunidad, de la ciudad, o del medio ambiente. Es un servicio social altruista de personal decisión, por el cual no se cobra. Su ejecución se efectúa de una manera formal e informal; lo primero, mediante estar inscrito a organizaciones no lucrativas o a las municipalidades del lugar, que cuentan con programas definidos como necesarios; lo informal, se da o se ejecuta en cualquier momento a invitación o sugerencia del “Hancho” de un edificio o del barrio donde uno domicilia, también puede ser a iniciativa del algún vecino. Por ejemplo, ahora nos encontramos viviendo la estación de otoño, época de fuertes vientos y desprendimiento de hojas de los miles de árboles que circundan calles, parques y colinas de la ciudad, y es natural, que con los fuertes vientos de esta época, estas hojas sean arrastradas por algunas arterias de la ciudad, es en estos casos cuando se da la iniciativa del trabajo voluntario de los vecinos, barriendo y amontonando las hojas en un solo lugar, otros se encargan de envasarlas en bolsas plásticas, que son colocadas en los lugares señalados para el recojo de la basura, de donde son retiradas por el equipo de los carros compactadores de la ciudad.

Integrantes de un equipo de beisbol de Ashikaga shi,
juntan hojas en pista de tartán alrededor del estadio
Estas acciones voluntarias así realizadas, se cumplen con mucho esmero y entusiasmo, conscientes que es un aporte al orden y limpieza de su ciudad; acciones similares no es común en otros países, ya que por lo general los ciudadanos argumentan que si pagan sus impuestos, es el gobierno local el encargado de limpiar su ciudad y así muchas veces, montículos que interrumpen el tránsito fluido de vehículos y personas, permanecen por meses esperando que la entidad municipal solucione el problema. Conozco lugares, donde difícilmente un grupo de vecinos se pondrían de acuerdo para limpiar su  barrio, o las calles de la ciudad donde viven. En Perú, sobre todo en los pueblos de las provincias, existe una saludable costumbre familiar ejecutada diariamente por las mañanas; recuerdo que las vecinas de mi barrio y mi madre, muy temprano, escoba en mano barrían y limpiaban su fachada, la vereda y parte de la calle, y si bien, la acción se concretaba al entorno de su propiedad, existía ese hábito loable, creo que con el tiempo, por lo menos en mi pueblo esa costumbre ha ido amenguando. Ahora, por información que recibo de la TV nacional, sé que en algunos lugares, si algún trabajo voluntario  de limpieza esporádica se hace, es motivada por el entusiasmo interesado de celebrar alguna festividad, sin importar si para eso, tienen que cerrar la calle al tránsito y alterar la paz de la vecindad.

Voluntarios adultos en
Japón (Foto internet)
Campañas de trabajo voluntario, en pro del orden y limpieza de Chimbote que me quedan  como recuerdo: Las que realizaban en su época los garcilasistas, barrían, baldeaban y pintaban las bancas de nuestra Plaza de Armas; las que organizaban los moradores del barrio “La Libertad”, en La Florida; las que efectuaban los moradores de la Urbanización “El Trapecio”; las que promovía el padre Santiago Jeffrey y los feligreses de su Parroquia “Santa Teresita”; las que desarrollaban los directores Alipio Arroyo Vega y Genaro Caballero Ángeles, con maestros y alumnos del C.N. “Inca Garcilaso de la Vega”; las que cumplían los directores Manuel Ríos Mantilla y Lister Toribio Guerra, en el entorno del Colegio Nacional “República Peruana” de la Urbanización “Laderas del Norte”; en el Distrito de Coishco, las campañas que organizaba el Dr. Manuel Aldabe Boy, como  alcalde de la ciudad, junto a sus regidores, los empleados y obreros de la municipalidad, todas de gran contenido social, motivadoras, dignas de imitar; sin embargo, me voy a referir en el siguiente párrafo, a una campaña que para siempre quedó en mi retina  y en mi mente, es que sé, que en ellos, en cualquier parte del mundo donde se reunan, es una práctica común antes y después de sus reuniones.

En todo el mundo el trabajo voluntario
es muy importante (Foto internet)
Me encontraba en Lima y desde hacía mucho tiempo tenía mucho interés en verlo, saludarlo y entrevistar a ese adalid del micrófono, don Juan Ramírez Lazo, en “Radio Cora”, autor de esa frase "Nos Preocupa", que de tanto repetirla incisiva en sus comentarios radiales se tornó monumental, adquiriendo ribetes de la "Tizana del Cid", sobre la cabeza de nuestros políticos y malas autoridades. Don Juan, como cariñosamente llamábamos a ese caballero del comentario y de la radio, desde jóvenes, cuando integrábamos el Club Cultural "Inca Garcilaso de la Vega", y hacíamos nuestro programa en "Radio Chimbote", Cadena Nacional "Radio Victoria", en la cual, Don Juan, era  su estrella; cuando llegamos, estaba conduciendo su programa y nosotros escuchándolo para saber más o menos a que hora abordarlo -de pronto-,  entre las noticias, hizo un comentario de admiración muy enfático hacia el trabajo voluntario y ordenado que hacían en ese momento, los testigos de Jehová en torno al Estadio Nacional “José Díaz”, donde iban a celebrar su Asamblea Nacional, sabiendo que Don Juan era profundamente Católico, un reconocimiento  tal nos llamó la atención y hacia allá fuimos, lo que experimenté fue una gratísima experiencia, dos cuadras a la redonda del recinto deportivo, unos cuatro mil testigos, sin contar los que se encontraban dentro del estadio haciendo similar tarea, con instrumentos de limpieza en mano, dejaban expeditas y limpias la calles adyacentes, nos sorprendió la nitidez, el orden y respeto, con que se conducían. El día central de su reunión, por la tarde, la asistencia rebasó la capacidad de las graderías que era superior a 40 mil personas, por lo que tuvieron que usar la pista atlética y parte del campo de fútbol, al cual sólo se permitía ingresar sacándose los zapatos. Don Juan, en su siguiente programa volvió a comentar con mucho énfasis este hecho, que no sólo establecía un record de asistencia para una asamblea religiosa en un recinto cerrado, sino el orden, la disciplina, la amabilidad y el respeto  que mostraron los testigos de Jehová, tanto por las instalaciones, como por las personas… y para mí, la grandeza de espíritu y objetividad que tenía este Señor de la Radio, Don Juan Ramírez Lazo.


Hombres y mujeres prestan su concurso
desinteresado (Foto internet)
Tengo entendido, que en muchas ciudades de Japón, el trabajo voluntario es un quehacer muy apreciado, es ejecutado esporádicamente con mucho civismo y en lapsos de corta duración por hombres y mujeres de 30, 40 y jubilados, que prestan su concurso voluntario y gratuito en diferentes actividades de su ciudad, colaboran con el ayuntamiento, con la policía, con las escuelas, -con estas últimas- se les puede ver por las mañanas,  vestidos con uniforme, en las horas punta, de mayor afluencia vehicular, diseminados por  toda   la ruta establecida para el desplazamiento de los alumnos por las calles de la ciudad, especialmente en los semáforos, donde colaboran con la policía franqueando el paso seguro de los niños. En ese menester voluntario, existe un buen número de personas, que prestan su concurso mediante organizaciones, como Caritas, La Cruz Roja, Amnistía Internacional, El Fondo Mundial para la Naturaleza, Greenpeace, Voluntarios por la Paz, etc., en cuyas organizaciones son preparados para realizar una serie de actividades y proyectos de educación ambiental, preservación histórica, mantenimiento arqueológico y parques, vida silvestre, agricultura ecológica, trabajo con niños, ancianos, discapacitados físicos o mentales, arte, etc..   
En México en 62 ciudades se celebró el Día
Nacional del Trabajo Voluntario (Foto internet)
  
Cómo anécdota, en el otoño pasado, la cantidad de hojas que se desprendieron de los árboles fue tan voluminosa, que muchas, juguetes de los fuertes vientos de la estación, fueron trasladadas al paso peatonal y de bicicletas que hay en el túnel cercano a mi domicilio y que yo atravieso diariamente para ir a mi trabajo, por lo que siendo sábado no laborable, pensé que nadie vendría a recogerlas, así que decidí ir sólo a juntar un poco la hojas para mejorar el tránsito peatonal y de bicicletas; poco después de iniciada mi tarea, comencé a sentir un reconocimiento imprevisto, los pilotos de los vehículos que pasaban por el lugar, se sobre paraban ligeramente y me saludaban con un sonoro “Domo arigató” (muchas gracias). Luego tuve otra razón de admiración, no se cómo se informaron en mi barrio que yo estaba sólo despejando el camino peatonal y se aparecieron una decena de vecinos para ayudarme en la tarea. Esto es Japón, país que después de la Segunda Guerra Mundial, precisó mucho trabajo voluntario para ponerse de pie, y donde el voluntariado es valorado y se es grato con quiénes asumen con respeto sus costumbres. Ciudadanos siempre dispuestos a colaborar con sus autoridades en la responsabilidad de mantener limpia y ordenada su ciudad… Me pregunto ¿Podremos imitarlos?

Japón, Ashikaga shi, sábado (04.12.2010) Hora 21:00
Archivo BITÁCORA 13 (2010.12.05) Japón 
Revisada para el blogger (JAPÓN–66-20121119) Tochigi Ken

miércoles, 14 de noviembre de 2012

JAPÓN: SHICHI-GO-SAN - Bitácora 13


(Foto de internet)
Día 15 de noviembre
Shichi-go-san

Escribe: Hugo Tafur
       (peruano)

Aquí en Japón nos encontramos a mitad de la estación de otoño, es el mes de noviembre, hay días que amanece con sol radiante pero su calor es tenue, días con vientos helados y noches bastante frías caracterizan al mes que en el antiguo calendario japonés, recibía el nombre “Shimotsuki”, que quiere decir “mes de la escarcha”; sin embargo, también por estas manifestaciones heladas y algunas costumbres, al mes también se le conoce con los nombres de “Yukimachizuki”, el “mes que espera la nieve”, “Chūtō”, el “mes central del invierno” y el mes del “Kagurazuki”, o el mes del “Kagura”, “un tipo de música y danza sintoísta”. En este mes, el calendario de festividades japonesas, contempla tres fiestas importantes: El día 3, el “Bunka No Hi” (Día de la Cultura), el día 15, el “Shichi-Go-San” (Un ritual para los niños) y el día 23, el “Kinrô Kansha No Hi”, (Fiesta del Trabajo). En esta crónica, hoy me ocuparé de la segunda festividad, el “Shichi-Go-San”.

Los padres llevan a sus niños al templo
(foto internet)
El Shichi-Go-San, es una de las festividades más importantes para los japoneses, los niños la esperan con mucho entusiasmo y los padres con mucha expectativa, pese a ser una celebración bastante cara, luego referiré porqué. Shichigosan, significa literalmente, Shichi (siete), Go (cinco) y San (tres), es decir, la edad de los niños y niñas habilitados para participar en esta ceremonia ritual, que no siendo feriado nacional se celebra de una manera muy especial. La fecha oficial establecida para éste festival es el 15 de noviembre de cada año, fecha que puede ser modificada al fin de semana anterior o posterior si cayera entre semana, ya que para las familias es muy importante reunirse y participar en esta ceremonia, que tiene el propósito de celebrar el crecimiento saludable de los pequeños de la familia y rezar por su bienestar futuro. Existen otras fechas durante el año, donde los niños son el tema central y objeto de especial atención, como por ejemplo, el 3 de marzo el día de las niñas y el 5 de mayo el día de los niños.


Niños y padres viven con alegría la fiesta
del Shichigosan(foto de internet)
El Shichigosan, es una tradición que se remonta al Período Heian (794-1185), período brillante, que la historia del país lo conoce como “el período de paz y tranquilidad” y donde la capital de Japón estuvo ubicada en Kioto, es en esta época, que una serie de expresiones artísticas y religiosas logran su mayor auge como la poesía, la literatura, el confucianismo, etc.; se tiene por cierto, que es en este período que las familias nobles comienzan a observar este ritual en homenaje a los niños, posteriormente, los samuráis no sólo lo mantienen sino le hacen algunos agregados a la tradición, como que los niños desde su nacimiento, deberían tener las cabezas rapadas, costumbre que se le conocía como “Kamioki” y que terminaba al cumplir los tres años de edad, a partir del cual, al párvulo se le podía dejar crecer el cabello, actualmente ese ritual ha caído en desuso. Las edades fijadas de 3, 5 y 7 años, para celebrar esta ceremonia, responde a dos consideraciones a mi parecer supersticiosas, primero, ellos creen que los número impares son más auspiciosos y segundo, porque consideran que a esa edad, los niños son más susceptibles a tener mala salud y tener riesgo de muerte.

Las niñas vestidas de manera especial
lucen preciosas (foto internet)
En el día del Shichi-go-san, los niños son vestidos de manera muy especial, lucen preciosas vestimentas de la  tradición japonesa, elaboradas en seda y bordadas a mano, para ser conducidos por sus padres al templo. Durante ese día, es hermoso contemplar la algarabía multicolor de niños y niñas desplazándose por las calles o abarrotando transportes y templos; los niños varones de 5 años, visten por primera vez el “Hakamagi no gi”, que consiste en el “Hakama” (un pantalón tradicional) y el “Haori”, que es (un traje de seda), que evoca a los samuráis; sin embargo, en medio de aquellas vestimentas tan tradicionales, no falta algún niño con vestimenta occidental, traje con saco y corbata. Ese día, las niñas de 7 años, celebran por segunda vez el Shichigosan, usando por primera vez el “Obi” (lazo grande que se coloca en el kimono) en vez de cintas simples; en su arreglo facial y cabellera, las niñas reciben atención esmerada como si fueran adultas, con la evidente intención de imitar a las geishas e ingresar a los santuarios muy lindas.

Contagiadas de la alegría de su festividad, las niñas
quieren grabarlo todo (foto internet)
Así ataviados, los niños son llevados por sus padres a los santuarios sintoístas para dar gracias por haber crecido sanos y fuertes y rezar por su futuro; dice la tradición, que los niños así conducidos a esa edad a visitar el templo, logran para sí, bendiciones de protección, salud y suerte en su vida futura; por ello, la enorme importancia que la sociedad nipona le otorga a esta festividad, que en la práctica, importa gastos bastante significativos, ya que la vestimenta tradicional que usan los niños, por su calidad, son bastante altos, sin contar, que en los templos, la intervención personal y oración del monje sintoísta también tiene un costo regulado, dependiendo la importancia del templo al cual acudan los padres. En los últimos años, la carga económica que implica esta celebración ha  sido aligerada, han aparecido grandes almacenes que alquilan la prendas tradicionales que lucen los niños y esa salida, ya es un ahorro bastante sustancioso para quiénes lo adopten.

Con su bolsa de "Chitose ame",
posan felices para la posteridad
(foto internet)
En esta fecha del Shichi-go-san, los niños después de acudir a los santuarios sintoístas, participan de una festividad exclusiva para ellos, donde campea bolsas llenas de “Chitose ame”, (el dulce de la longevidad), largo de color rojo y blanco, que según la tradición son colores que traen suerte y que significa “dulce de mil años”; el ambiente y la mismas bolsas que cargan los niños con sus golosinas, son decorados con figuras de grullas y tortugas de origami, que en la cultura japonesa significa larga vida. En esta fecha tan especial de un ritual diferente a nuestra cultura, tanto para los niños como para los padres japoneses, todo lo que acontece es minuciosamente grabado, fotos y filmaciones registran para la posteridad este acontecimiento, que iniciado en el Período Heian (794-1184), se populariza en el Período  Edo ( 1600-1868) y adquiere su estructura actual de actividades en la Era Meiji (1868-1912) donde se desarrolla el Shichi-go-sa, tal como se celebra hoy. Dios bendiga a los niños del mundo.





Japón, Ashikaga Shi, 20 de noviembre de 2011
Archivo BITÁCORA 13 (20111120) Japón
Revisada para el blogger (JAPÓN 65-20121112) Tochigi Ken

COMENTARIOS:

Raúl Orlando Muguerza H. (Perú) 14.11.12
Gracias Hugo extraordinaria crónica sobre el día del SHICHI-GO-SAN ..... La cultura japonesa es muy especial y no deja de sorprendernos con estas festividades.... al menos la referida esta dedicada a los niños y niñas con gestos o actos tradicionales y también religiosos para desearles un futuro de larga vida..... Gracias por darnos a conocer aspectos tan importantes de la sorprendente cultura del sol naciente.... saludos Hugo y cuidate mucho...ok
Razurinamente
RAUL ORLANDO

lunes, 12 de noviembre de 2012

DR. VÍCTOR N. UNYÉN VELEZMORO


Dr. Víctor N. Unyén V.
Orgullo de Chimbote 
Dr. Víctor Nolberto Unyén Velezmoro
Un chimbotano ilustre

Escribe: Hugo Tafur
         (peruano)
Cuando el mar esta calmado “como una taza de leche” dicen los hombres de mar, se percibe una fresca y tenue brisa marina, en ese momento, mirar a Chimbote desde la cima del “Cerro de la Juventud”, desde la "Cruz de la Paz", es sencillamente alucinante; la bahía “El Ferrol” al despuntar el sol matinal o por la tarde cuando se pierde en el ocaso, es un tornasol de colores, como si el pincel del Altísimo se solazara con la belleza de su creación y efectuara instantáneos toques magistrales para iluminar con el oro de su luz la bahía más hermosa del planeta. Resulta increíble ver nacer a Chimbote cada día, la noche asistida por la luna, lo pare entre pañales de neblina y luz, mientras una bóveda tachonada de estrellas nos deslumbra con sus luces iluminando la madrugada porteña;  en las islas, las aves marinas guardan solemne silencio, y en la bahía, juguetones delfines comienzan a desperezarse… Chimbote nace fuerte y robusto, su primer vagido taladra el oído y remece las bases de sus islas y sus cerros aledaños, es el rugido de un león marino clamando justicia, es el eco sordo de una sirena de barco anunciando su ingreso a la rada de la patria, es “El Despertar de un Coloso”… Chimbote, puesto de pie.

Chimbote "tierra de promisión"... pintado por el pincel
de Dios (foto de internet)
Así, con este título telúrico, nace por segunda vez como chimbotano, Víctor Unyén Velezmoro, quién a partir de ahí, se erguiría como uno de los personajes más ilustres  de nuestro puerto, por su lucha, por su entrega, por su fe, por su amor a Chimbote. Hacía poco tiempo, yo que siempre lamentaba no haberlo tenido con nosotros en el grupo garcilasista del 61, vibraba de alegría y orgullo con su “Evocación a Chimbote” en las manos, de su aljaba de aedo, disparaba tiernos, vibrantes y románticos poemas que denunciaban su gran amor a la tierra que lo vio nacer a la vida; y con esta segunda obra, “El Despertar de un Coloso”, literalmente expresó un grito viril en el silencio apático de los chimbotanos, pues despertó la conciencia y el orgullo de haber nacido en esta “Tierra de Promisión” que don Enrique Tovar, vaticinó como de gran futuro. Víctor Unyén, en su obra, reconstruía el pasado y señalaba intrísecamente el presente y el futuro con claridad meridiana. Para los intelectuales, esta clarinada,  subrayaba la injusta postración de nuestro puerto y la reivindicación que éste largamente merecía por ser un obrero laudable, con su bien ganado prestigio de “Puerto Pesquero Más Grande del Mundo”, el Complejo Siderúrgico ya instalado como industria básica, y porque, aparte de la belleza de su geografía y la riqueza ictiológica de su mar, Dios lo había dotado a la bahía "El Ferrol" de naturales condiciones estratégicas, que hacían un lugar óptimo para planificar y construir el megapuerto industrial más grande de Sudamérica, base del desarrollo de nuestra patria. Era una bendición a la que había que ponerle atención.

Dany, su amada esposa, sustento moral
e inspiración del aedo chimbotano
Chimbote, desde hacía mucho tiempo, con todos sus pergaminos y riquezas, ilustraba la sentencia del sabio Antonio Raimondi: “Un mendigo sentado en un banco de oro” y peor todavía, pese al esfuerzo y algunas buenas intenciones aisladas, nuestro puerto se había constituido en el botín deseado de gente de paso, la falta de planificación y la indiferencia lo estaban convirtiendo en una cloaca ambiental y social; en nuestra hermosa bahía se vertía todas las inmundicias posibles y en nuestra sociedad, malas autoridades y malos moradores sin arraigo y sin amor a Chimbote, aceptaban e imponían sin remordimientos, lacras que tornaron a nuestro puerto en una ciudad violenta, delincuencial y fétida… muchos de sus hijos, en otras ciudades, tenían dificultad afirmar ser chimbotano, porque el concepto sobre la ciudad era nefasto. Contra esa deplorable situación y con la autoridad que le daba el ser un chimbotano auténtico, de raza y estirpe, alzó su voz en “El Despertar de un Coloso”, ese aedo, que un día no muy lejano, sería reconocido como el orgullo viviente de Chimbote.

En el Congreso de la República, en el 173 Aniversario
de la Creación Política de Ancash
No pretendo con esta crónica, relatar la biografía de este ilustre chimbotano, sí expresar mí alegría de saber que allá en mi Chimbote querido, mi amigo Víctor Unyén Velezmoro,  sorteó con éxito a la adversidad, con esa fuerza y fe que le viene de la profundidad de sus ancestros, con el apoyo de su familia, de galenos especializados y de manera especial de su amada Dany, su esposa. Esta crónica la comienzo a escribir, hoy sábado 31 de octubre de 2009, en mi departamento de Sukedo Higashiyama Cho, de la ciudad Ashikaga Shi, donde vivo aquí en Japón, luego de haber sido sacudido por la breve lectura de los títulos de las notas que se me habían acumulado en mi correo por estar de viaje, haciendo una serie de lucubraciones me fui a duchar y cambiar, no podía creer que Víctor Unyén, tuviera cáncer, no aceptaba la idea y me puse a orar en silencio pidiéndole a Dios por su salud… este era un año infeliz para mí me decía, Pietro Luna Coraquillo, amigo de toda la vida, había fallecido en Lima en febrero, María Teresa Martínez, mi inolvidable amiga en Caracas-Venezuela en julio, y hoy la vida de mi querido amigo estaba amenazada; gracias a Dios, cuando di lectura a las notas que me remitió, pude enterarme que era un recuento de la vía crucis, como el lo llamaba, que tuvo que pasar en el año 2005, cuando se le descubrió Carcinoma III en la Vejiga, historia superada, para alegría de su familia y de todos los que lo apreciamos. Lo que sí me contristó sobremanera, fue la partida de don Nolberto Unyén Peláez, su padre, vecino de mi barrio, a quién recuerdo con mucho cariño. 

Atardecer en la bahía "El Ferrol" de Chimbote,
su hermosura es indescriptible (foto internet)
Vivencias y coincidencias son la base de  la deferencia especial que guardo por el Dr. Víctor Nolberto Unyén Velezmoro, de cuya amistad me siento orgulloso y honrado y con quién, con respeto y aprecio mutuo, nos tratamos familiarmente. Víctor, nació unos meses antes que yo en el mismo año; su amada madre, doña Victoria Velezmoro Alva, era natural de Cascas, de la misma ciudad que procedía mi padre, así que ambos, por esas vertientes tenemos en nuestro torrente sanguíneo sangre de hombres nobles y bravíos como los cupisniques, mochicas, chimús, caxamarcas, etc., que habitaron en otros tiempos la comarca; desde niños, hemos vivido en el mismo barrio y como vecino, frecuentaba la tienda de su señor padre ubicada en la sexta cuadra del jirón Francisco Pizarro, junto a la Escuela Particular “Montessori” de don Lucio Pereyra, yo vivía en la séptima cuadra del jirón Manuel Ruiz; soy amigo, de Jesús Ernesto y Gladys Victoria, sus hermanos, con quiénes años después, trabajando en Siderperú nos reencontramos;  Víctor y yo, estamos hermanados por la misma vocación desde niños, vivimos y sufrimos por ese amor misterioso que implica el amor a la Literatura; finalmente, ambos amamos entrañablemente a Chimbote y desde siempre, por diferentes caminos, junto a muchos jóvenes intelectuales hemos estado involucrados en actividades culturales a favor de nuestro puerto.


Con el nuevo amanecer, delfines juguetones
pasean por la bahía (foto internet)
Desde este lejano país donde resido y trabajo actualmente, hago votos porque el Dios Todopoderoso, bendiga y proteja la salud de mi amigo Víctor Unyén Velezmoro y su amada familia, le pido a Víctor, que se cuide mucho, la lucha pacífica iniciada por él en “El Despertar de un Coloso”, apenas está caminando, su compromiso de amor con Chimbote no ha terminado, no hay recambio a la vista y el orgullo vivo de Chimbote sigue siendo él, portaestandarte de la enseña de oro de nuestro puerto. Las nuevas generaciones de porteños de ahora, aguardan inquietos la sabia de sus enseñanzas y consejos para seguir su ejemplo y velar por el progreso de nuestra patria chica: Chimbote… Víctor, perdona que te lo diga, pero tú, estás prohibido marcharte amigo... "Masa", sería la oración de Chimbote. 

Japón, Ashikaga Shi, viernes 13 de noviembre de 2009
Archivo BITÁCORA 13 (Japón 64-20091113)

COMENTARIOS:

RAÚL ORLANDO MUGUERZA H.
Lima-Perú (12.11.12) Hora 11:10
Hugo: Extraordinario el PP "CANTARE"...muy bonito y sobre todo por invitar a una SOLIDARIDAD UNIVERSAL....que sería realmente lo ideal..... Igualmente hermosa la Crónica dedicada al Dr. Victor Nolberto Unyén Velezmoro, ratificando una vez más la fineza de vuestra pluma maestro..... le dedicas frases hermosas y de muchos sentimientos al amigo ejemplo de amor, trabajo y tezón, y que gracias a Dios ha superado un Cáncer de Vejiga.... muy buena la frase "ESTAS PROHIBIDO DE MARCHARTE" que pinta de cuerpo entero los verdaderos y hermosos sentimientos de un amigo.....Mis modestas felicitaciones Hugo....cuidate mucho..ok
Razurinamente
RAUL ORLANDO

HUGO TAFUR
Japón-Ashikagashi (13.11.12) Hora 20:00
Estimado Raúl: Como siempre generoso en tus expresiones. Tú eres mi amigo de años, sabes cuanto estimo a quienes "cultivo" en la vida como amigos, por la misma razón, duele cuando la vida me los quita; en este caso específico de Víctor Unyén, no sólo es un excelente amigo, sino es uno de los pocos chimbotanos que sigue prestigiando a nuestro querido puerto y a nuestra patria, su voz se escucha con respeto donde vaya, últimamente (Septiembre 2012) estuvo en Israel en el “XXXII Congreso Mundial de Poetas” al que fue invitado junto a su esposa y donde le cupo una actuación descollante no solo como poeta, sino como embajador de nuestra cultura, para orgullo de todos los peruanos… Chimbote y Perú, sonó fuerte en el Congreso. A él le escribí la crónica que generosamente halagas, lo hice con mucho afecto rememorando la amenaza terrible que puso en peligro su vida, pero a su vez, alegrándome porque se superó el momento defícil gracias a Dios. Dios lo bendiga, igual que a todos mis amigos. Un gran abrazo. Hugo Tafur (Japón 13.11.12)